Dos veracruzanas metidas a la política llegarán, más pronto que tarde, a una posición que muchos profesionales de la búsqueda del hueso añoran, pelean y anhelan… y que nunca podrán conseguir.

En efecto, entre diciembre de este año y marzo del próximo se harán efectivas las solicitudes de licencia de los dos senadores priistas de Veracruz, José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, quienes sin duda se lanzarán a la aventura de buscar ser gobernadores de nuestro maravilloso estado.

Y sí, sus suplentes llegarán a ocupar su escaño por cerca de tres años, casi medio sexenio, tiempo similar al que permanece un diputado en su curul. De esta manera, Erika Ayala Ríos y Ainara Rementería Coello pasarán a formar parte del grupo de ciudadanos que representan el pacto federal dentro del Congreso de la Unión.

Cierto, aunque ellas aún son jóvenes, entrarán a un cuerpo colegiado que por su etimología está destinado a los ancianos (“senado” viene el latín senátus, que significa avejentado -del latín sen(ex), viejo, más el sufijo latino atus, terminación de participio pasado), y eso es porque los antiguos griegos confiaban en la experiencia de los viejos y los nombraban para que tomaran las decisiones más importantes para el buen camino de la república.

Muchos lo saben, pero no está de más recordarlo aquí, que Erika Ayala nació en Coatzacoalcos (según afirma su ficha biográfica en la página del CDE priista), es licenciada en contabilidad y tiene una maestría en administración de instituciones educativas.

En 1996 recibió el nombramiento de catedrática en el Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz, y un año después le tocó participar en la fundación del Sindicato Único de Trabajadores del Cobaev, del que a la fecha sigue siendo Secretaria General.

Erika fue por un breve periodo Jefa de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Xalapa, y se distinguió como Secretaria General del PRI en Veracruz y cumplida dirigente estatal.

Es la suplente del senador Héctor Yunes Landa.

Ainara Rementería nació en la ciudad de México y creció en el Puerto de Veracruz, en donde estudió la licenciatura en psicología. Fue presidenta del DIF estatal del Ayuntamiento que presidió su padre, el doctor Jon Rementería, y después fue elegida como diputada local, en una carrera tan ascendente como meteórica al momento, pues al término de su trienio en la Legislatura veracruzana y su casamiento, se dirigió a una especie de retiro, de donde saldría si el senador Pepe Yunes Zorrilla decide buscar nuevos derroteros afuera del Congreso.

Como senadoras, estas dos veracruzanas deberán cumplir su misión de legislar por el bien del país y cuidar los intereses de su estado, además de sancionar junto con sus pares las propuestas que haga el Presidente de la República para el nombramiento de ministros de la Suprema Corte de Justicia, de Procurador de la República, de embajadores y cónsules, así como aprobar los tratados internacionales que firme el Ejecutivo.

Si se diera el caso, sería la segunda vez en que llegan al Senado de la República dos suplentes veracruzanas, si recordamos a la maestra Silvia Domínguez y a Noemí Guzmán.

¿Ah, verdad?

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