Pese a los golpeteos internos de su partido, el candidato de acción nacional por la tierra del gobernador Javier Duarte de Ochoa, Juan Gerardo Perdomo Abella, inició hace poco más de un mes su campaña a diputado federal con todas las expectativas a favor y en la segunda vuelta los mismos que lo levantaron lo están sepultando automáticamente y el augurio es la derrota electoral contra un Marco Antonio Aguilar Yunes, que simplemente a la inversa, se le veía flojo en el comienzo, pero en paso firme pareciera que va en caballo de hacienda y ya nadie lo para.
Sin duda algo que opacó la llegada del candidato del PAN a la curul federal, fue la enorme división con la que sale ungido, pero hay quienes opinan que le vino grande la responsabilidad en ser el candidato a una curul donde se necesita de trabajo, capacidad y experiencia, algo de lo que adolece, el joven Perdomo, por su escaso desenvolvimiento en el quehacer público, queriendo pegar el brinco después de conocer un poco a la chamacada del deporte en Córdoba, a ocupar un lugar en el Congreso de la Unión.
A nuestro articular punto de vista, el joven Perdomo Abella, lo avientan como al borras. Tomas Ríos Bernal, siente que debe juntar esfuerzos y con Juan Bueno deciden fortalecer el equipo con el joven Juan Gerardo, al que le ceden una candidatura y ahora que lo ven estancado definitivamente no pueden ayudarlo porque ellos están igual o peor en la imagen ante la ciudadanía; uno por sus torpezas y desatinos económicos como alcalde y el otro el mejor “Chapulín” de acción nacional que una vez conferido el cargo en San Lázaro, sigue ahí incrustado.
A los que le ayudan al candidato panista no encuentran la forma de cómo hacerlo. Hasta ahí le dio el gas, su campaña proselitista carece de propuestas reales y propias, mientras las que le ha han hecho en su casa y las que le dio Juan Bueno, no las puede explicar, no porque sea malo, simplemente carece de la experiencia, no tiene el conocimiento, así de sencillo.
Por otro lado, lo mencionamos en alguna ocasión, si Juan Gerardo Perdomo, en una muestra de lealtad, con la fuerza de la juventud se hubiera planteado desde el Partido Movimiento Ciudadano, se estuviera en un escenario con una actitud más de congruencia hacia el partido que cobijó a la familia, demostrando lealtad ante el hombre que los ayudó e impulsó en los tiempos difíciles, Dante Delgado.
Pero del otro lado de la línea, vemos a un Marco Antonio Aguilar Yunes, feliz de la vida. El hombre que tenía todo en contra, ahora ha crecido en paso sostenido, Radio Bemba y algunas mediciones subterráneas indican que está logrando superar las expectativas, imponiéndose la experiencia y capacidad del funcionario público en una sociedad que se ha vuelto exigente y demandante de candidatos que conozcan del tema y dejen de ser simple figuras decorativas.
Y si le ponemos algo extra a este comentario, Marco Antonio Aguilar, está saliendo adelante pese a la gran cantidad de reclamos de la ciudadanía, sobre todo en materia de seguridad pública y en algunas “facturas” que aún se deben desde la candidatura a diputado y después a Gobernador de Javier Duarte de Ochoa.
De los demás candidatos todo indica no hay de nada de qué preocuparse. Vemos un Juan Carlos Castro, del que se habla que es todo un candidato rojo y que en su pasada aspiración a la alcaldía perdió la credibilidad, al conocerse que le habían dado un buen billete para hacer la comparsa al PRI y llevarse los pocos panistas que le siguen. Mientras los candidatos de otros partidos aunque se quiera o tengan muchas ganas, simplemente ahí van a quedar, en una buena intención…Así está el distrito. Es todo para información y quejas a cordobaaldia@nullhotmail.com