*La principal debilidad de México para desarrollar su talento es la baja calidad de las oportunidades que el país ofrece a su población menor de 15 años, de acuerdo con el Reporte de Capital Humano 2015 elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Hace unos días el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) dio a conocer los resultados de un estudio denominado “Los Docentes en México informe 2015” que la mayoría de los medios de comunicación interpretaron –unos por desconocimiento, otros por dolo y los más por encomienda-; sin conocer el referido trabajo diagnóstico: “que los profesores no son aptos para dar clases”.
El documento hace una radiografía sobre un millón cuatrocientos setenta y cinco mil docentes de educación básica y media superior que están actualmente laborando, a la vez de 164 927 profesionales que presentaron exámenes para optar a una nueva plaza docente. Que quede claro de una vez por todas; los maestros son un componente fundamental del Sistema Educativo Nacional (SEN) y, sin duda, constituyen el factor más importante cuando lo que se persigue es mejorar los aprendizajes de los estudiantes. Elevar la calidad de la educación pasa necesariamente por conocer mejor al magisterio nacional, las condiciones de su formación y las realidades que circundan su desempeño, a fin de poder mejorar sus resultados, siempre y cuando las condiciones de laborar sean óptimas.
Según el Estado mexicano ha hecho un enorme esfuerzo a lo largo de ya casi un siglo por formar y contratar a los docentes necesarios para atender los servicios de educación obligatoria en toda la república —incluyendo las zonas más apartadas— en un contexto de crecimiento poblacional y progresión de la obligatoriedad de los niveles educativos, lo que es cierto. Al inicio del ciclo escolar 2013-2014 laboraban en las escuelas de educación básica y media superior, tanto en el sector público como en el privado, 1 475 456 docentes. La Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) en la actualidad regula el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia de los docentes en el servicio público educativo; lo que abordaremos próximamente.
Hoy la formación para la docencia está perdiendo atractivo, como ocurrió en los años ochenta del siglo pasado cuando la educación normal fue elevada a nivel terciario. Existen indicios de que en los últimos dos ciclos, muy probablemente como consecuencia de la nueva legislación en materia docente, hay menos demanda por educación normal y se ha reducido su matrícula, ocupándose solamente 72.6% de los lugares disponibles. Esta situación se vuelve especialmente grave frente a las previsiones de la insuficiencia del egreso de las normales para cubrir las vacantes por jubilación (El exceso de rechazados en los exámenes para ingreso incluye a profesionistas de otras disciplinas del conocimiento, que ven como opción laboral la docencia).
Hoy el futuro de las normales está planteado como un reto; ya que la apertura a otras disciplinas para impartir clases, no requiere de especialista. El México de múltiples culturas exige maestros que sigan respetando y hagan respetar la diferencia de lenguas, costumbres y tradiciones; por ello seguirán siendo importantes las normales rurales; criterio que no comparten las actuales autoridades; pues les urge dejar la educación en manos privadas. La educación que dio el giro de la regionalización y donde era necesario que el maestro se forme para tal fin ha concluido, ahora se pretende la globalización, sin importar los verdaderos valores con que se cuenta en el país.
La última década de los 90 presentó un cambio con la intención del rescate del normalismo de crisis, deterioro y falta de atención, presentando un gran reto que consistió en planear una formación de maestros de carácter intercultural , acorde con las necesidades de los nuevos tiempos , que permita el desarrollo de las unidades regionales y no olvide los puntos de articulación con los demás estados .Un tipo de educación basada en el respeto, la tolerancia y la convivencia, que tienda a la participación de diferentes ideas; lo que ahora es combatido por los ideólogos del retroceso y privatización.
Las escuelas normales y facultades donde se forman a pedagogos y especialista en la educación han sido semilleros del pensamiento pedagógico a través de ellos se puede estudiar la teoría educativa. Estos institutos permiten identificar las redes de difusión pedagógicas, de estudios generacionales de la cultura pedagógica de las elites intelectuales que con sus testimonios y hechos nos permiten advertir la base del cambio, que desde hace unos años han implementado.
Primero: Secretarios de Educación carentes de conocimientos en materia educativa, exámenes mal enfocados, reactivos erróneos; los que no evalúan lo que se pretende, ya que no abarcan lo que se supone debe conocer un docente de su práctica, métodos, didáctica y diseño de actividades. Hay que cambiar el sistema desde el fondo, para poder mejorar la calidad educativa. De no hacer esto último se seguirá culpando al maestro de los errores que se suscitan en el proceso enseñanza-aprendizaje; ya que quienes tienen la oportunidad de magnificar los errores de éstos y minimizar los yerros de los gobernantes; están coludidos con los monopolios de medios de comunicación en una ambiciosa misión, privatizar la educación. Lo que es cierto es que la formación de docentes; los docentes en servicio y quienes respiramos por todos los poros la problemática educativa; tenemos que pensar en nuestro glorioso pasado para hacer frente a la difícil tarea de construir alternativas para un futuro que día con día se hace presente, reconocer que hoy más que nunca el trabajo de un maestro necesita de esfuerzo, paciencia, dedicación, compromiso y responsabilidad para poder educar, formar y orientar a sus alumnos, pero también luchar por la continuidad de la educación pública, a pesar de sus líderes sindicales, que enriquecidos y con ínsulas del poder están al servicio de los enemigos del progreso.
Antes esta problemática los festejos -aprobados en 1917, que fue presentada por los diputados Benito Ramírez y Enrique Viesca, los que propusieron al presidente Venustiano Carranza fuese establecido el 15 de mayo como día dedicado a los maestros, y por decreto presidencial se celebra esta fecha como el día del maestro, conmemorándose por primera vez en México en 1918- serían una burla atroz. ¡Estamos! alodi_13@nullhotmail.com