Todos los cambios transformacionales de una sociedad tienen como factor común la participación de las personas. No hay una sola experiencia de gestión exitosa en la cual la ciudadanía no haya jugado el rol principal, por ello toda sociedad que aspire a ser mejor, que requiera de una transformación para prosperar necesita, indefectiblemente, que las mujeres y hombres participen organizadamente, no hay buen gobierno sin una buena ciudadanía.
Las organizaciones de la sociedad civil están llamadas a ser el principal factor de cambio positivo en México, la crisis de las instituciones aunada a la crisis de gobierno obliga que de manera natural los ciudadanos tomen la iniciativa y propongan nuevos mecanismos estructurales para el desarrollo, no solo la falta de credibilidad en la clase política, sino la falta confianza y de resultados reales a las aspiraciones de la gente, provoca que sean las personas quienes asuman nuevos roles que les permitan acceder a las oportunidades que los gobierno no están generando por el motivo que sea.
Las organizaciones de la sociedad civil son clara muestra de esto, los fines de las asociaciones civiles son de la más diversa índole, las hay aquellas que defienden los derechos humanos, las que educan para una mejor cultura democrática, las que generan proyectos productivos, empleos y desarrollo económico, existen las que estimulan la investigación científica y el desarrollo tecnológico, hay asociaciones civiles que fomentan la cultura, la creatividad y el arte o bien el deporte, las que ayudan a personas enfermas o en situación de pobreza, en suma, las organizaciones civiles están conformadas por una ciudadanía responsable que no está a la espera de que el gobierno le resuelva todas sus necesidades, ella toma la iniciativa y sin esperar nada a cambio estas mujeres y hombres se organizan para desarrollar actividades específicas que en todo momento buscan el bien común, ayudarse y ayudar, este es el nuevo paradigma de la democracia y del autogobierno.
Y es que ante la ineficacia del gobierno y ante la realidad que se vive en las estructuras gubernamentales y la clase política que está dejando de ser la solución para convertirse en parte de los grandes problemas sociales, a la gente solo le quedan dos caminos uno es luchar contra la corrupción y la antidemocracia que vivimos y la otra es tomar el toro por los cuernos y organizarse para resolver sus propios problemas, o bien, una combinación de las dos cosas, la lucha social y la acción ciudadana o como le llamamos en el Centro Municipalista para el Desarrollo CMD-México: “Ciudadanía Activa”.
La ciudadanía activa se da cuando los gobiernos nacionales, estatales o municipales y otros mecanismos públicos y privados dejan de cumplir con las expectativas de los ciudadanos que cansados de que sus deseos y propuestas no son tomadas en cuenta, de protestar sin ser escuchados y de las falacias y manipulaciones de grupos de poder, asumen las funciones de éstos para coadyuvar a la construcción de una sociedad más informada, más participativa que empuja sus propias iniciativas para salir adelante. Es decir rebasan a las instituciones que han dejado de servirles.
“Nunca dudes que un pequeño grupo de atentos y comprometidos ciudadanos pueden cambiar el mundo. De hecho, es lo único que lo ha logrado” dice Margaret Mead. El fenómeno social que hemos bautizado como Ciudadanía Activa existe se está intensificando en muchos países y está siendo estudiado seriamente por el Centro Municipalista para el desarrollo CMD-México, por el gran impacto que está teniendo en la sociedad.
Este fenómeno surge en países en los que los gobiernos nacionales, subnacionales y locales, dejan de responder a las expectativas ciudadanas, se alejan de la gente y generan una especie de divorcio que va alejando cada vez más a los mandantes de los mandatarios. Estos gobiernos se caracterizan por su poca eficacia, alto grado de corrupción, gobiernan con grupos y organizaciones afines y excluyen a los demás, alientan liderazgos fabricados, coercitivos y autoritarios, son excluyentes con el resto de la sociedad que constantemente le exige mejores servicios públicos, obra pública adecuada, honestidad y ser escuchados, no obstante el gobierno voltea para otro lado y gobierna a modo mientras va perdiendo legitimidad social.
Antes de que aparezca la Ciudadanía Activa en una ciudad o territorio determinado, hay un largo periodo de críticas y protestas de los ciudadanos que llegan a convertirse en manifestaciones, toma de espacios públicos, entrando en franca confrontación con el gobierno que empeñado en tener la razón sin escuchar a la gente sigue gobernando a su parecer, caprichosamente, es entonces cuando ante un hartazgo social surgen liderazgos positivos y activos en el territorio con una visión diferente y con deseos de hacer las cosas que sus gobiernos han dejado de hacer sin entrar en confrontación con éstos, lo que constituye una muy efectiva y potente manera de enviar al resto de la sociedad el mensaje claro de que el gobierno no lo está haciendo bien pero que los ciudadanos organizados pueden cubrir ese déficit.
Ciudadanía Activa y Sociedad Civil organizada son caminos que se entreveran y traen múltiples beneficios a la sociedad por ello es bueno alentar la formación de asociaciones civiles totalmente ciudadanas que complementen los déficits del gobierno y aporten a la construcción de una sociedad más culta, más sana y más justa, pues son en estas sociedades en donde las personas satisfacen sus más altas aspiraciones y en donde se vive con bienestar y felicidad.
Comentarios a rubenricano@nullhotmail.com