Ya rondaba en agosto de 2006 la idea bursatilizadora, uno de los pretextos era el pago de la deuda heredada por Alemán y la idea propulsora orientaba a conseguir recursos frescos para proseguir la fiebre constructora que “desarrollaba el gobierno estatal” y para 2007 se anunciaba una inversión sin precedente en el campo veracruzano, aun mayor a los 700 millones de pesos que se habían invertido en 2006; la propaganda oficial difundía que funcionarios de Sefiplan habían viajado a la ciudad de México y a Monterrey para tramitar el pago de menos intereses por la deuda que el gobierno antecesor había concertado por 3 mil 500 millones de pesos (Con Banorte 2,600; con Banamex 600 millones y con Interacciones 300 millones).
Muy cumplidores, se anunciaba que para julio de 2006 se habían pagado 886.9 millones de pesos (267.7 millones a pago de capital y 609.2 a pago de intereses), quedaba un saldo a pagar de 3 mil 22.3 millones de pesos, eso dijo Salvador Sánchez Estrada. Afortunadamente estábamos entre salvadores, porque el Subsecretario de Ingresos, Salvador Mansur Díaz, aseguraba que “en 2006 hemos alcanzado el 100% de la meta recaudatoria, en los primeros cuatro meses del año, lo que representa un logro histórico en el estado de Veracruz”, por su parte, otro Subsecretario, Javier Duarte, auguraba que con la bursatilización se pagaría la deuda y el sobrante se destinaría a inversiones públicas ya autorizadas por el Congreso del Estado, y aprovechó para enumerar los objetivos: el libramiento de Xalapa, las autopistas Tuxpan-Tampico, San Julián-Paso del Toro, etc., a la vez que adelantaba el pago de la deuda en octubre, claro, condicionándolo a que la Bolsa Mexicana de Valores lograra la bursatilización de los ingresos de la tenencia vehicular. Pero ese expediente resultaba sin preocupación porque hasta un banco alemán (Deutsche Bank) estaba interesado en adquirir 3 mil millones de los bonos del Impuesto de la Tenencia Vehicular que serían bursalizitados, según expresó el gobernador Herrera Beltrán. (Entrevista con Vázquez Raña en octubre de 2006).
La nobleza de la bursatilización permitió a Herrera Beltrán decirle a su entrevistador: “sin eso no hubiéramos hecho el libramiento, ni el túnel sumergido, ni la barra de Tampachichi, ni la México Tuxpan, ni la Tuxpan Álamo, ni hubiéramos reparado escuelas” (cuando el libramiento estaba aún en fase de proyecto y no se había licitado, y tampoco había bursatilización). El ejecutivo estatal echaba en cara a opositores de la idea bursatilizadora, pero los justificaba: “yo creo que no entienden muy bien, no tienen la obligación, no son expertos financieros”. “Nos han felicitado porque además lo logramos sin pagar a un famoso que nos viniera a reestructurar o a decir cómo pagar. Lo logramos con el equipo de la Sefiplan, con unos chavos y con el Secretario…” y presumió recordando los tiempos de su campaña al gobierno cuando alguien dijo: “Fidel es un buen candidato, pero un pésimo administrador por su populismo”, pero dijo que ahora responde al demostrar que es un buen financiero y un buen administrador”, no sin reconocer el esfuerzo del Secretario Murillo Pérez y de Javier Duarte Ochoa.
Apresurado para conseguir “recursos frescos, a continuación, el 21 de marzo de 2007 el gobernador adelantó: “Hoy tengo el honor de anunciar la colocación, el próximo jueves, del Fondo Veracruz en la Bolsa Mexicana de Valores, creo que este es un hecho que habla de las condiciones de fortaleza del Estado”. Ese procedimiento, dijo, estaba programado para llevarlo a cabo en el sexto año de su gobierno, pero que debido a la disciplina financiera se adelantó para hacer más obras. Pero no se llevó a cabo porque levantó polémica sobre si se requería o no la autorización del Congreso para la constitución de un fideicomiso bursátil.
Javier Duarte explicó la intención de invertir el “Fondo Veracruz” en la Bolsa, de lo que ya había un antecedente en Chiapas con el mismo nombre, “Es lo mismo que depositar el recurso del Estado en un banco, nada más que en lugar de depositarlo en un banco lo haremos en un fondo de inversión operado por la BMV que lo maneja a través de inversiones triple A y valores gubernamentales, es decir, no hay riesgo…nos dará mayores intereses y rendimientos, por eso es que con la bursatilización no necesitamos autorización del Congreso, porque sería lo mismo que pedir autorización cada vez que el Gobierno del Estado invierta sus recursos en una cuenta bancaria”. Agregó que tomarían de ese fondo para pagar aguinaldo y otras prestaciones y que de los rendimientos tomarían para hacer alguna obra pública. (En el Fondo Veracruz se incorporaba la mitad de las reservas del IPE que entonces ascendía a 2 mil 600 millones de pesos).
Para abril de 2007, según el gobernador Herrera Beltrán: “Hemos cumplido nuestros compromisos de campaña, los veracruzanos lo han comprobado y viven sus beneficios y por eso mismo nos han dado y nos siguen dando todo su apoyo y toda esta amalgama nos lleva a nuevos impulsos, a nuevos proyectos y acciones, a nuevos retos y metas”. Pero recuérdese que ese año se celebraron las elecciones de la mitad de su periodo de gobierno, cuando aprovechó para recomendar a los candidatos de su partido montarse en “la gran obra pública” de su gobierno y difundir que la deuda que pensaba pagar en seis años se pagó en dos. (Lo aquí asentado sí es una verdad histórica).
Una verdad que evidenciaba una economía veracruzana que en diciembre de 2008 ya no iba bien, porque, mientras el secretario de Finanzas y Planeación, Javier Duarte de Ochoa, señalaba que la economía veracruzana crecería un 2%, “el miembro del Foro Económico Mundial y Consultor del Banco Mundial, Felipe Larraín Bascuñán, consideró que el crecimiento de la economía mexicana será cero y el crecimiento regional será bajo. Por lo que en su participación dentro del Foro Iberoamericano “Desafíos de las economías locales ante la crisis internacional”, el Investigador del Instituto de Economía de la Universidad Católica de Chile, refirió que si Veracruz logra crecer un 2%, sería un “logro para el estado, porque el crecimiento de México va a ser bajo y el crecimiento regional será aún más bajo”. (Recuento de un Estilo, ABV).
Después sobrevino el estira y afloja entre el gobierno de Herrera Beltrán y la oposición panista, que enfatizaba la existencia de una elevada deuda pública, pero el ya secretario de Finanzas y Planeación, Javier Duarte de Ochoa, insistía que Veracruz “no tiene deuda” y en contraste aseguraba: “hay en caja 8 mil 104 millones de pesos, contantes y sonantes” y con la bursatilización “se generarán mil 500 millones de pesos, con lo que se construiría obra pública y se cambiaría el rostro y las circunstancias de Veracruz… “aquí no hay mentira la bursatilización permite aplicar la acción de los ingresos futuros”.
Faltaba la cereza sobre un pastel ya bastante repartido: “los propios municipios solicitaron al gobernador participar de manera más activa en esta estrategia que ha llamado la atención de otras entidades, como ejemplo de un esquema financiero exitoso” y la incontenible ola bursatilizadora puso el ojo en el 20 por ciento del impuesto a la tenencia que correspondía a los ayuntamientos. Pero esa es otra historia, para narrarla y comprobarla.
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31-mayo-2015.