*El remate de cabeza de Horacio, coreado por más de cien mil espectadores…
*Fue mi debut como periodista en la Copa Mundial de México 70…
*Enviado especial de Diario de Xalapa, gracias a don Froylán Flores Cancela.
“El triunfo no está en el vencer siempre…sino en nunca rendirse”.
Alfonso Mora Chama
El cabezazo de Horacio López Salgado, estremecía a más de cien mil espectadores en el estadio Azteca, en el encuentro inaugural del Noveno Campeonato Mundial de Futbol México 70…porque el delantero mexicano en una media palomita alcanzaba a rematar pero el balón nunca logró entrar en la portería soviética, la que muchos años y campeonatos cuidó Yashin, la famosa “araña negra”, de la URSS…
Fue precisamente un domingo, como este día que escribo emocionadamente, cuando hice mi debut profesional como periodista, con la oportunidad que me daba el subdirector de Diario de Xalapa, de enviado especial a este evento en su novena edición, donde participaban 16 selecciones del mundo, entre ellas, la campeona Inglaterra, el vi campeón Brasil y México como sede con la magnífica oportunidad de colocarse entre los primeros del mundo…
No intento reseñar el Mundial México 70.
Soy…. quiero ser este día presumido, orgulloso y vanidoso, discúlpenme mis atentos lectores…porque no siempre se logran cumplir 45 años en una actividad tan incomprendida, de entrega y de muchos riesgos y peligro constante…como me dijera mi recordado maestro y director de la Facultad de Periodismo, Alfonso Valencia Ríos, al retornar a clases después de asistir al Mundial de México 70….”Nosotros como maestros y periodistas, tenemos fe en ustedes jóvenes de Veracruz y de México, nada hay que me haga dudar de ello…”.
Enorme experiencia tratar a jugadores mexicanos, ídolos de años, Nacho Calderón; Gustavo “halcón” Peña; Mario “pichojos” Pérez; Guillermo “campeón” Hernández; Javier Valdivia, con quien mantuve una amistad diaria en el entonces llamado Centro de Capacitación; Javier Fragoso y uno de los mayores ídolos del futbol mexicano de esos añorados años de los 70: Enrique Borja.
Fue Enrique Borja el que me animaba a las entrevistas, para ello ya llevaba de compañero, en la cámara fotográfica, a don Raúl Anaya, veterano de la agencia de noticias PIMSA, precisamente por donde enviaba mis escritos a Diario de Xalapa, trabajando incluso para esta agencia además de cumplir con el diario de Froylán, como subdirector del “vocero de la provincia”….un chavo, apenas andaba en los 20 años.
Fue una oportunidad de iniciarme en una vocación que me atraía desde la secundaria, en mi suelo adoptivo, en la Manuel C Tello, escribiendo versos, poemas, y desde entonces ya salían las Calaveras…mi familia quien más soportaba mis ocurrencias…pero estar en el palco de prensa en el Azteca y en un Campeonato Mundial de Futbol, es toda una dicha, una satisfacción, es lo máximo en la ida de un periodista, sobre todo originario de la provincia veracruzana, en un lugar hermoso y saludable como Teocelo, la tierra del Dios Tigre y de los chinineros, que por cierto ya existían, en sus siete años de fundados…
Dice atinadamente la canción…..”Cómo no creer en Dios, si me ha dado los hijos y la vida…si lo siento en mi pecho a cada instante, en la risa de un niño por la calle, o en la tierna caricia de una madre….”. muy cierto, agradeciendo a mi señora madre, Conchita, por su esfuerzo y sacrificio para darme este título que costó demasiado, tan solo al alejarse del terruño amado, de la familia, de los amigos…de la novia…cuatro años para retornar satisfecho de una Misión Cumplida.
Es la mejor herencia Foncho….decía mi madre Conchita.
El Creador me permitió conocer amigos en la Preparatoria Juárez, en la matutina….a Pancho Mora Domínguez, Fernando Huitrón López, nieto del entonces gobernador, Fernando López Arias…a Irma Chedraui, a Roberto Aguilar, David Torres Kawil…ellos de mi grupo y de generación…a Armando Arcos….y en la Facultad de Periodismo, a Manuel Rosete Chávez, Gonzalo López Barradas, Raúl González Rivera, Luis Velázquez, Dámaso Nájera, Albino Moctezuma, Rodolfo Poblete Dolores, Mario Vázquez Sandoval, Ignacio Oropeza, Romeo Figueroa, Vicenta Castañeda, Javier Romero Mendoza, Melesio Carrillo Tejeda y muchos más a quienes les guardo el cariño sincero…
En una Facultad de Periodismo, que formamos el equipo de futbol porque no lo había, practicamos el atletismo y desde luego….la bohemia, en las nostálgicas noches del Veracruz del “Negro” Peregrino, en su lugar del Parque Zamora, con quien salíamos a las serenatas de mi primo Héctor Morales, hoy adinerado joyero de las calles de Canal; de ese Veracruz, de Moscovita, del popular personaje “Tanito”, del Barrio de la Huaca, por donde vivimos cuando nos dieron chance en la casa del club Veracruz, con el peruano Chucho Peláez Miranda, René Vázquez y Mariano Ubiracy…edificio Miramar.
Recuerdos, gratos recuerdos de un Veracruz, a donde llegamos ahora con la emoción de haber cumplido, porque si desean saber de la vida…deben escuchar los sacrificios de un pupilo.
Gracias a mi Dios, a mi madre ausente, Conchita…a mi hermano Jorge Mora Chama porque siempre me alentó cuando estábamos por desfallecer, a mi tía María, aun viviendo en donde están las palmeras borrachas de sol, como dejó dicho en su Veracruz, el músico poeta, Agustín Lara….
Remato:
Cierto ya caminamos lerdo…
Viejos tiempos que se añora…
Si me critican, por mi recuerdo:
También de emoción se llora…
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