El hombre que ha perdido la aptitud de borrar sus odios esta viejo, irreparablemente. La vida humana representa, la mayor parte de las veces, una ecuación entre el pasado y el futuro.
José Ingenieros.
Quizás como sociedad no pensamos que la economía crezca, ni que el país mejore, porque estamos adormecidos por información que solo daña, por dogmas pretéritos que solo atentan contra el entusiasmo.
Especular que es mejor no hacer efectivo el derecho subjetivo del voto, que elegir lo que nos ofrece la endeble democracia mexicana, es un error de aquellos que se quieren dar baños de pureza.
Hoy todos se llenan la boca de hablar del cinismo, de la impunidad y señalar, pero nada han hecho, no han pasado del señalamiento a la acción, esto si es el principal síntoma de retroceso, autodenominarse los redentores ante una trayectoria inconsistente es el deterioro por sinónimo mismo.
Me sumo a ellos cuando mencionan que el país necesita dar un golpe de timón hacia la ruta de la inclusión y la productividad, basado esto en un Estado de Derecho pleno que se conduzca en la cotidianidad de la legalidad; y me sumo al doble cuando en sus escritos hagan una propuesta.
Porque para mal del país hoy veo que todos señalan pero nadie propone, en tiempos de censura expresar lo que la oficialidad no informaba era un acto revolucionario, en la actualidad expresar lo que todos quieren escuchar es de negligencia y sumamente dañino.
Los lugares comunes no son ya solo intricadas características de los boletines oficiales, son la gravidez que se vuelve conducta exegética de muchos de los que opinan.
La historia de las naciones que han evolucionado radica que ellas centraron su actuar con cambios de acción y con esta actitud mejoraron el entorno. Un maestro que quiera mejorar la educación no lo hará por medio de opiniones, sino en el aula, dando lo mejor de sí de acuerdo a sus capacidades instrumentales; y así en todas las aristas laborales.
En la actualidad, la lucha exige que se ofrezca como premio espiritual y material el trabajo con entusiasmo a pesar de las condiciones, para iluminar un entorno lleno de sombras y con olores pestilentes.
Porque lo que determina la consecución del ideal de mejora en el conjunto, no son los esfuerzos colectivos sino los individuales, y así dejar de lado la satisfacción potencial del resentimiento y la pseudoética que reclama sus propios fueros.
Ante esta idílica situación no es correcto ni útil sumarnos solo al lamento y al señalamiento de los errores, porque los interlocutores de lo descompuesto les convienen que todo vaya para abajo.
Recordando:
• Los “diferentes” los “críticos” postran una mesa plural, donde solo se aceptan a quienes piensen igual.
• El ejercicio público se realiza con diligencia o no se hace, porque éste no debe obedecer al salario sino al bienestar de la sociedad.
• Echar para atrás la evaluación docente fue un suceso lamentable, que afecta, pero no determina.
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