A Cuitláhuac lo conozco de hace años en un proyecto de radio por internet en que pensaba participar. Finalmente no sé qué se hizo de ese proyecto, pero varias veces me reuní con el hijo de Atanasio García Durán y desde ahí mantuvimos una amistad no cercana pero si confiable. Sabía que militaba en el PRD, en ese PRD que todavía no estaba tan pervertido. En ese tiempo poco lo dejaban participar. Era la época en que Arturo Hérviz y Margarita Guillaumín eran los que manejaban ese partido que se colgaba de la fama de Andrés Manuel López Obrador. Una vez que Andrés Manuel dejó el PRD, Cuitláhuac tenía muy claro hacía donde debía dirigirse.
Apenas iniciando la campaña electoral un amigo me preguntó: ¿por quién vas a votar? Le dije que yo siempre he estado con AMLO y que iba a votar por su candidato, a quien además conocía. Mi amigo me pidió que se lo presentara, quería ofrecerle su apoyo y el apoyo de algunos de sus amigos. Le dije que sí. Unos días más tarde estábamos desayunando con él. A mi amigo le cayó muy bien el candidato de Morena, tanto que se atrevió a ofrecerle apoyo e incluso ponerlo en contacto de algunos hombres relevantes de la política; “ellos te pueden ayudar, incluso aportarte algo”, le dijo mi amigo. Cuitláhuac rechazó el ofrecimiento. Tenía muy claro los ordenamientos que Andrés Manuel López Obrador había dictado a los candidatos de Morena. Cuitláhuac tenía tan claro el asunto del tope financiero de campaña, que hasta le dijo: “Incluso si me quieres prestar tu auto lo tendría que anotar como un auto alquilado, y sumarlo a los gastos de campaña”. Por más que mi amigo insistió, el candidato de Morena rechazó todos sus ofrecimientos. “Al menos me vas a dejar que pague el desayuno, mira que yo te invité”, le dijo mi amigo y Cuitláhuac, con un gesto amable, aceptó. Pero mi amigo no se quedó con las ganas de apoyar al candidato de Morena, se lo presentó a los meseros, a las recepcionistas y en la salida del restaurante a la gente que se encargaba de cuidar la entrada. “Él es Cuitláhuac García, candidato de Morena a la diputación federal; voten por él”.
Cuando me despedí de mi amigo le dije: “Creo que Cuitláhuac es demasiado honesto para ganar esta elección”. A Cuitláhuac todavía lo vi en dos ocasiones más. En la presentación del libro La selva afuera, cuya autora es su ex cuñada Estrella del Valle y también un domingo antes de la elección. Ese día iba saliendo de Jardines de Xalapa. En la calle de Ferrocarril Interoceánico, en la parte que conecta Jardines con la calle Miguel Alemán, Cuitláhuac iba sólo entregando casa por casa volantes de Morena. Debo confesar que me dio un poco de pena. No había nadie en la calle, las casas estaban cerradas, una camioneta adelante lo esperaba, en ella sólo iba el chofer. Pero Cuitláhuac era el que estaba depositando esos volantes casa por casa. Pensé que así no iba a poder ganar la elección.
Para entonces la candidata del PRI/Verde ya había recorrido las colonias de Xalapa acompañada siempre de una gran comitiva. Realizaba verdaderos eventos donde la gente se juntaba para vitorearla. Hasta hace unas semanas pensé que Elizabeth Morales iba a arrasar. El viernes 5 de junio, después de la golpiza que le dieron a los estudiantes, pensé que esa acción intimidatoria en nada iba a beneficiar a Elizabeth, pero hasta la mañana de la votación seguía pensando que ella iba a ganar. A pesar de ello, como buen lopezobradorista voté por Morena.
El domingo por la tarde, al ver los primeros resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y apenas con un 2 por ciento de boletas contabilizadas, Cuitláhuac García iba en primer lugar en el distrito de Xalapa urbano. La tendencia se mantuvo hasta que terminamos el programa especial sobre las elecciones en periodicoveraz.com. Cuando terminamos el programa quise pasar por la Plaza Lerdo para ver quién celebraba y ahí estaba Cuitláhuac García, agradeciendo el voto de los maestros, de los estudiantes, de las personas que habían votado por él. Me bajé del auto y lo saludé. Le dije, “yo era un escéptico, que gusto que ganaste”.
Son las doce de la noche del domingo 7 de junio. Cuitláhuac García lleva 11, 300 votos contra 8,300 del PAN y 6,100 de la coalición PRI/Verde. Hasta este momento no queda duda, ganó la honestidad, la tenacidad; ganó Cuitláhuac, una lección para nosotros los escépticos