Alex Dore, por dos años y los que vienen…
Como casi la mayoría de veces, llego corriendo al estudio, entro al vestidor, me pongo mi short de licra y una playera. Debo confesar que en mi primera clase, las licras que llevaba eran más largas, pero con el tiempo te vas dando cuenta que la ropa debe ser muy cortita y pegada para que no interfiera en tu rutina, y no porque sea una actividad pecaminosa y quieras enseñar de más.
De inmediato, Alexia, mi maestra, nos pide traer un tapete parecido al de yoga… ¡es lunes de abdominales! ¡noooo! Contestamos en coro, mientras ella goza diciéndonos la rutina: abdominales, desplantes, sentadillas y levantamientos de brazo.
Tan sólo es el calentamiento… apenas empieza la clase. Desde luego que como en toda actividad deportiva se necesita calentar piernas, brazos, muñecas, para no lastimarse.
La música que suena de fondo pareciera animar nuestro sufrimiento hasta que por fin concluimos la rutina de calentamiento.
¿Qué quieren bailar? Pregunta, mientras da sugerencias: reguetón, salsa, pop, hip hop, romántica. ¡Este día tenemos ánimo de bailar pop! por lo que mi maestra empieza a marcar el ritmo.
Tres pasos sexis hacia adelante hasta llegar al tubo, giro a la derecha, mano resbalando por el cuerpo mientras ligeramente inclinamos la espalda hacia atrás ¡Qué difícil es! ¿Lo duda? Tal vez lo difícil es hacerlo frente al grupo. Todos empezamos con ¡el mal del culo cohibido! eso dice mi maestra cuando iniciamos en esta actividad.
Con el calentamiento y el baile estamos listos para pasar a la parte de gimnasia ¡mi favorita! Trepar al tubo, mientras se realizan figuras como: la Flor, el Supermán, el Escorpión, la Sirena, una Caída Libre, el Cristo, etcétera.
¡Síiii! ¡voy a clases de pole! Y no soy teibolera, ¿Por qué lo digo? porque casi siempre es el primer comentario despectivo que escucho acerca de esta actividad.
Casi nunca se habla del acondicionamiento en el tubo donde se llegan a quemar hasta 800 calorías, que ayuda a tonificar los músculos, mejorar la flexibilidad, el sistema cardiovascular, el equilibrio y sobre todo, la autoestima en hombres y mujeres.
Leyó usted bien, el pole no sólo es para mujeres, tampoco es exclusivo de los centros nocturnos donde siempre va acompañado de un streap-tease… el pole es más que eso. Es una disciplina que se espera sea reconocida como deporte en los juegos olímpicos ¡Habrá que esperar!
Por lo pronto, este domingo se llevará a cabo el Día Nacional del Pole Urbano, donde los alumnos de varios estudios en el país salen a las calles a demostrar sus técnicas subiéndose a cuanto tubo se parezca en apoyo a esta actividad con la finalidad de quitar el tabú de pecaminoso, grotesco, sucio, etcétera.
Así que si usted ve este sábado o domingo hombres y mujeres escalando tubos en la ciudad, no es que les haya picado un arácnido y tengan el síndrome del hombre araña, sino que están apoyando con todo al Pole.
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