Por Ramón Durón Ruíz
Vince Lombardi decía: “No me gusta la gente que […afirma: Lo importante es competir y no ganar], porque es un modo de conformismo. El jugador honesto es competitivo y cuando juega, juega a ganar, no simplemente a tomar parte del juego.”
En el gran juego de la vida hay cuatro caminos: “1.- Ganar-Perder; 2.- Perder-Ganar; 3.- Perder-Perder y 4.- Ganar-Ganar,” una extraordinaria victoria, es aquella que te conduce a que ganes tu y también… ¡¡ganen todos!!
Ganar en la vida, es reafirmar que no naciste para fracasar; es tener grandes sueños; es ir en pos de ellos, sabiendo que a veces ganas, en otras pierdes, pero siempre ganas una lección, porque al final de la jornada, ganar… ¡es triunfar sobre ti mismo!
Para ganar, es necesario no claudicar, es si acaso descansar, pero no rendirse; es correr riesgos, entre más grandes son los riesgos, más grande es la victoria, porque “Quien no se arriesga a despegar la vista de la playa… nunca conocerá nuevos continentes” y mejores horizontes.
Ganar, es arriesgar, quien no se arriesga, quien no se sacrifica, quien no se aventura, quien no se empeña en ser la mejor versión de sí mismo, nunca perderá, pero tampoco conocerá el sabor de la gloria que simboliza el ganar.
Ganar, es a pesar de los múltiples tropiezos, motivarse para levantarse, sacudirse el polvo, seguir adelante e intentar de nuevo, con un sencillo y simple requisito básico, tener actitudes, emociones y pensamientos positivos frente a los obstáculos, pensar que ¡si se puede!, porque “si pasa por tu mente… pasa por tu vida”
Para el Filósofo de Güémez la vida es la lucha eterna e infinita entre el ser y el no ser, entre caer y levantarse; “caer como el sol en la tarde y levantarse como el sol en la mañana, brillando con más intensidad”; lucha, en la que el que gana sabe que no es fácil, por eso se siente orgulloso de lo que es, de lo que tiene y de adónde dirige su poder.
Ganar, es amarse, es sacrificarse, es esforzarse, es viajar ligero de equipaje, es disfrutar la temporalidad de éste viaje; es vivir con intensa pasión cada instante; es trabajar para hacer realidad tus sueños; es sentirte orgulloso de ti mismo; es auto motivarte; es intentar, es luchar; cocrear tu realidad a través del perdón,–que te libera de la culpa– es disfrutar tu felicidad… y el milagro de la vida.
Ganar, es no ser conformista, es mantener una actitud positiva, que te lleva a tender puentes y no a construir bardas, ganar “no es un puerto, sino una forma diaria de navegar”, es edificar un palacio, con las piedras del camino; es inspirarte para ver positivamente la vida e ir más allá de los límites.
HOY es un gran día para que ganes, entendiendo que un acto hecho desde el miedo, no funciona, por eso lleno de confianza sabes que HOY es el inicio de tu victoria, que parte de saber ser agradecido por lo que eres y tienes, de que te des tiempo para pensar en lo mejor, vayas en su búsqueda y sientas la magia de sentirte merecedor de ello.
Ganar, es darte oportunidad de rechazar uno de los grandes miedos –que separan lo que eres… de lo maravilloso que puedes ser– del hombre, ¡ser amado!; amar te conduce a observar el cosmos con mayor claridad, por ello HOY amas y eres amado; HOY bendices el universo, porque te sabes un eterno soñador que se reconoce más fuerte que el dolor, más grande que los problemas; HOY pleno de orgullo sabes que más pronto de lo que te imaginas habrás de lanzar al viento: Ganar: “No fue fácil… ¡pero lo logré!”
Ganar, es cautivar tu espíritu con amor, que es tu esencia Divina, y con humor, que es tu fuente primaria de bienestar. A propósito el Filósofo de Güémez afirma:
“Cuando el gallo canta en la madrugada: pue’ que llueva mucho, pue’ que llueva poco… ¡PUE’ QUE NO LLUEVA NADA!”
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