Hablando sólo del PRI, ahora que haya nuevo dirigente nacional del tricolor- o se confirme que sigue César Camacho, aún siendo diputado- sería muy bueno para este partido y para Veracruz que el gobernador Javier Duarte de Ochoa sostuviera una reunión con él, con el secretario de Gobernación y con los nueve visibles aspirantes a la gubernatura de Veracruz en el 2016, en la que se definan claramente las «reglas del juego» de la sucesión gubernamental, de modo que prevalezca la civilidad, la contienda limpia, y resulte candidato- allá por enero o febrero del próximo año- el que logre los mayores consensos internos, mejor cumpla con el perfil requerido y mejor posicionado políticamente se encuentre hacia el exterior. Digo… creemos que es una sana, respetuosa, prudente- pero a lo mejor ilusoria- propuesta.