Desde hace décadas, en Veracruz y seguramente en otros estados, políticos y ciudadanos con una relación con algún funcionario del gobierno federal con oficinas en la ciudad de México, tenían como costumbre: para seguir cultivando la amistad, para solicitar posteriormente algún tipo de apoyo o, incluso, para ver la posibilidad de conseguir un puesto público o una nominación a un cargo electoral, regalar a dichos funcionarios: café de la región, dulces de jamoncillo de las Monjas, mole de Naolinco o de Xico, licor de café o de naranja, jamón de Perote, pierna envinada y dulces de Córdoba, queso de La Joya, etc, etc.. ¿Se seguirá haciendo? ¿a Osorio Chong, Camacho Quiroz y a Videgaray será a los que más les «caen» estos obsequios? ¿Quiénes serán los más regaladores actuales?