Aparte de la advertencia sombría de que la Tierra se está convirtiendo en un “inmenso depósito de porquería”, el Papa Francisco fue contundente: “No es propio de habitantes de este planeta vivir cada vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales, privados del contacto físico con la naturaleza”. Pero así es, por desgracia, porque muchas veces nosotros mismos somos una porquería. ¿Entonces? ¿Por dónde empezar a remediar lo que parece irremediable? Ciertamente que el Papa se refiera en su encíclica “sobre el cuidado de la casa común”, a la protección del ecosistema que a punto está de estallar en pedacitos. Está corrompido, como lo está el hombre mismo.

No recuerdo quién dijo que si tú estás bien, el mundo estará bien. He ahí el pinche problema, porque cada día estamos peor, podridos, descompuestos, alejados de la naturaleza y de nuestro interior. Vertiginosa ida –¿sin vuelta?- hacia el quebranto. ¿Alguien lo duda?

Claro, lo que padecemos se lo debemos mucho a la maldita corrupción. En el fondo, lo que nos dice el Papa es eso: estamos sobreviviendo en mierda, todos apestamos a corrupción. Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Pero hay que hacer algo… ¿Qué? Cada quien que se conteste y comparta la posible solución. Por lo pronto empezar a limpiarnos de trivialidades, soserías y pen… samientos insustanciales.

Recientemente, un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), dio a conocer que el 65 % de la población percibe que la corrupción es mayor en el sector público, particularmente al interior de los partidos políticos. (“¿Qué hacemos con la corrupción?”, de Ignacio Anaya, en Código Topo No. 82/junio-15).

La corrupción somos todos. Desde la familia, la escuelita y el trabajo, pasando por los trámites administrativos, los negocios, hasta las monstruosidades financieras y políticas por todos conocidas.

Lo dijo el diputado Ricardo Ahued: “A mí el único poder que me llama la atención de gobernar es que veamos mejor una sociedad, tengamos paz y un estado de derecho, de progreso, de trabajo, de equidad y acabar con la maldita corrupción”. Ojalá.

Los días y los temas

Que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda, pero hay que ayudar: “Una médula para Lalo”, a quien le detectaron leucemia y necesita urgentemente un trasplante. El número de cuenta es 60-56873233-8. La Clabe 014799605687323381, del banco Santander, a nombre de Eduardo Antonio Hernández Morales.

Los invito a dar una “Vuelta al mundo”, concierto de Messe Merari (voz), Javier Cabrera (percusiones) y Mateo Aguilar (piano y arreglos), este viernes 26 de junio, a las 21:00 horas, en el Café Teatro Tierra Luna, ubicada en Rayón 18, zona centro.

No se pierdan tampoco el programa “Click al Arte”, todos los viernes a las 19:00 horas por Radio Televisión de Veracruz. Ta guenísimo.

Cinismo y anexas

Vaya, que el gobierno suspenderá obras carreteras por recorte presupuestal. Dicen que los proyectos que se mocharán son los de la red secundaria, libramientos nuevos, obras que no se han comenzado y obras pequeñas, para dar prioridad a los ejes carreteros como estaba previsto en el Plan Nacional de Infraestructura. (Milenio/20-06-15). O sea, para los ricos, todo; pa’ lo probes, nada. Estos que se jodan entre vados y terracerías…

Por lo pronto, ahí se ven.