«Cuentan legisladores panistas que Ricardo Anaya no quiere «saber ni tocar» el caso del gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, y sus escándalos de presunta corrupción y que, incluso, por eso durante su campaña viajó muy poco a ese estado. Lo que ha dicho en reuniones internas de la cúpula del PAN es que el caso bebe revisarse con cuidado, a fondo, y luego el partido asumir una posición publica y clara al respecto. A ver que sucede». Lo comentan en «Confidencial» de El Financiero.