Para el ciudadano común y corriente los bloqueos de carreteras, accesos a ciudadades, calles y en general vías de comunicación se convierten en una enorme molestia. Independientemente de que las personas que bloquean puedan tener o no razón en sus peticiones. La primera reacción siempre es en contra de las personas que bloquean, pero cuando se analiza un poco más profundamente la situación, invariablemente resulta que los culpables son otros, más allá de quienes están al sol participando en la bloqueadora actividad.

En principio, la mayoría, por no decir que todas las manifestaciones tienen un interés adicional, es decir, hay una mano que mece la cuna, que proporciona dinero y recursos materiales para llevar a cabo el acto de molestia para los ciudadanos. Desde un interés político de resaltar, hasta uno económico en la óptica de obtener beneficios a cambio de levantar el bloqueo, como ha sido el caso de la CNTE en su sección 22 de Oaxaca.

Lamentablemente, en México en general nos enteramos que muchos de los bloqueos y paros tienen su origen en un compromiso gubernamental, ya sea de pintar una calle, o de construir un puente o clínica de salud. Siempre escuchamos que se ofreció algo que no se cumplió. Y más grave aún es cuando lo que se ofreció ya estuvo presupuestado y los recursos llegaron, pero jamás se aplicaron en atender las necesidades de el sector de la población que ahora reclama.

También hay casos en que los bloqueos y protestas tienen un corte político-electoral, y en otras ocasiones, simplemente lograr que se atienda una petición, que por razones de cualquier índole no ha sido atendida de manera adecuada.

Sin embargo, cualquier acto de molestia a nivel estatal que afecte a los ciudadanos debe de ser atendido y de preferencia prevenido por la Secretaría de Gobierno que hoy preside el Ing. Gerardo Buganza Salmerón. En la práctica es la subsecretaria la que se encarga de la gobernabilidad y estabilidad política. Sin embargo el responsable ante la ciudadanía es el secretario de gobierno.

Cuando escribo estas líneas, la zona centro del estado esta sufriendo un bloqueo por parte de habitantes del municipio serrano de Soledad Atzompa. La caseta de cobro ubicada en Fortín, Veracruz, esta tomada y la circulación es nula. Sí, la circulación en la principal autopista del país esta detenida al 100%. Es decir el tráfico de mercancías entre el principal puerto de México y la ciudad más grande del país está totalmente detenido.

Quizá las pérdidas millonarias que causa un bloqueo de este tipo no sean muy significativas para la población en general, pero considerando que en Veracruz la economía está muy deprimida, cualquier ataque que sufra la actividad comercial e industrial, hace mucho, mucho daño.

Lo más grave de todo este asunto de los bloqueos, es que hay algunos que son anunciados con anticipación. El del día de hoy (miércoles 1 de julio) fue anunciado en redes sociales y whatsapp desde el día de ayer. Lo cual implica que la secretaría de gobierno sabía desde ayer que sucedería, y sin embargo, nadie hizo nada por evitar la molestia y los daños económicos a tantos ciudadanos. Y esto nos lleva a varias posibilidades.

La primera y más clara, es que en la secretaría y subsecretaría la eficiencia es un mito genial. No es posible que los ciudadanos supiéramos desde ayer del bloqueo, y que quien es responsable de la gobernabilidad del estado no estuviera enterado.

La segunda es que como Gerardo Buganza anunció su intención de competir por la gubernatura, y ^alguien^ tiene la intención de quemarlo. Lo cuál no parece muy razonable, pues las críticas no se dirigen hacia allá, salvo la de esta columna.

La tercera, es que como el nuevo subsecretario de Gobierno es muy cercano a Erick Lagos, éste problema social es su bienvenida, pues recientemente acaba de asumir la titularidad de su cargo.

Recordemos que Erick Lagos es el principal contendiente de entre los chicos Herrera para la gubernatura, así que esta protesta bien puede incluirse en un paquete de índole política, para descarrilar a su delfín en la subsecretaría, y por ende al propio Erick.

De cualquier manera, queda claro que una vez más, algún funcionario estatal no cumplió con su tarea. Desde el que ofreció la clínica y no la cumplió, hasta el que debió prevenir el bloqueo y no lo evitó. Y esto es grave, pues Javier Duarte va a gobernar hasta el último día de su sexenio, éste no se acaba durante la lucha por convertirse en su sucesor, y los funcionarios que hoy están en puestos clave, deben de continuar cumpliendo su función, en lugar de distraerse con la sucesión.

No es la primera vez que esta columna señala que los colaboradores de Duarte no están cumpliendo correctamente su función, y lamentablemente esperamos que tampoco será la última vez, pues la experiencia así lo indica. Aunque claro, la mejor opinión siempre será la suya amable lector@.

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