NO DEL TODO, pero el nuevo reglamento de Tránsito del Estado, sufre ya sus primeras modificaciones.

En breve, lo dijo el Jefe del Poder Ejecutivo de Veracruz, se enviará una nueva iniciativa para reconsiderar algunas de las determinaciones legales que los ciudadanos no aceptan.

De esta manera, dijo el Gobernador, desaparecerán las disposiciones que afectaban directamente a los ciudadanos. Ninguna sanción para los peatones.

Sin embargo, quedan muchas otras en plena vigencia, porque se trata de que todos asumamos nuestra responsabilidad, dijo el mandatario. Así, se elimina también la obligación de asegurar los vehículos particulares, no así, los que sean parte del servicio público de transporte.

Después de analizar el texto del articulado reglamentario de Tránsito, el Gobernador, admite y así lo confirma, con la marcha atrás en algunas de las disposiciones del articulado legal, que muchas de estos mandatos no estaban acordes con nuestra realidad.

Y uno piensa, deveras, que los legisladores locales, se pasan leyendo una y otra vez las leyes que aprueban, cuando en realidad, ni siquiera se ocupan de echarles un vistazo para evitar errores, pero sobre todo, leyes que contradigan el clamor popular. Alzan el dedo, porque así se los mandan, pero ni siquiera dedican un segundo a la reflexión y el estudio concienzudo de cada uno de los textos que llevan en sí mismos, una disposición legal que los ciudadanos tienen que cumplir.

Aún así, con todo y que el Ejecutivo Estatal, busca armonizar con los gobernados, a fin de que las disposiciones legales vayan debidamente estudiadas y que todos acepten cumplir sus mandamientos, todavía hay protestas diversas en todos los rincones de la entidad, porque las multas que se señalan en dicho articulado son excesivamente altas, sobre todo, para estos momentos de grandes dificultades económicas que sufren todos los sectores de la población.

Cuando menos, por ahora, ya hubo el primer indicio de que las cosas no estaban bien y que echar marcha atrás significa que hay plena voluntad gubernamental para recomponer las cosas y que en el caso de las leyes, se adapten a las necesidades populares y a las condiciones políticas, sociales y económicas del pueblo veracruzano.

El nuevo reglamento de Tránsito, ha generado mucha polémica, derivada de la inconformidad por sus determinaciones que no se ajustan a derecho y menos a la realidad que se vive en la entidad. Es necesario, sin duda, reglamentar las actividades relacionadas con la movilidad, tanto de vehículos como de peatones, pero bajo condiciones aceptables y tomando en cuenta la realidad que se vive. Las leyes van cambiando conforme va cambiando la propia actividad humana, la propia conducta social, por lo que éstas deben adecuarse a los tiempos modernos en los cuales se encuentra inmersa toda la sociedad, nada más…

BUEN SINTOMA LO ES, sin la menor duda, de que las cosas comienzan por cambiar en el Estado de Veracruz. Se afirma por el propio Gobernador del Estado, que ya se prepara una ley, que desde ahora, ya se conoce como ley antimordida.

De lo que se trata es evitar que en el futuro, se sigan cometiendo una serie de errores por los propios servidores públicos. Se trata de evitar que en materia de Tránsito del Estado, desaparezcan las mordidas, aquellas cantidades económicas que los propios agentes de tránsito pedían a los automovilistas por hacerse de la vista gorda.

También, esta nueva ley, tiene alcances de gran trascendencia, porque se refiere, de la misma manera, a los funcionarios públicos, que utilicen esta misma estrategia para servir a los ciudadanos, para mantener vigente el tráfico de influencias y muchos vicios más que ya se han arraigado entre la clase burocrática del Gobierno.

Desparecen, seguramente, los diezmos en la adjudicación de obras, por lo que ahora, tendrán que sujetarse a lo que digan, exactamente, las licitaciones, porque, en realidad, esta es una forma de morder, aunque de manera, más elegante que cualquier otro servidor público, como resulta ser los antiquísimos vicios de Tránsito del Estado. donde lo mismo se sabía de mordida al que dirigía el tráfico, como el que facilitaba la obtención de una concesión para prestar el servicio público de transporte, como venía sucediendo o acaso, sucede todavía.

El panorama que se pinta en el Estado de Veracruz, no es más que una de las primeras consideraciones para evitar la corrupción que tanto mal ha hecho a Veracruz, y a la propia nación. Se quiere, que en la entidad veracruzana, se inicie, como tantas contribuciones que ha hecho el Estado de Veracruz, a la federación, de ser el primer estado, donde se ataque con decisión a la propia corrupción.

Solo se espera que en esta cruzada, que al parecer comienza, no haya corrupción y se vuelvan a desviar sus principales objetivos.

¿Y COMO LE VAN A HACER los gobiernos de las tres esferas de competencia, para poder alimentar, dar salud, educación y responder a las permanentes exigencias de la población, en el futuro que viene?

Se comenta esto, porque recientemente nos estamos enterando que de acuerdo a lo que manifiesta el Consejo Nacional de Población, en este momento, vivimos ya en México, ciento veintiún millones de personas, una cifra que resulta preocupante para todos los sectores sociales, porque conforme avanza el tiempo, más necesidades se presentan, sobre todo, para la subsistencia familiar, además de todos los servicios que los mexicanos demandan constantemente.

La tierra es la misma, y aún tecnificándola, que de por sí ya es un problema de enormes dimensiones para los gobiernos, ya no será posible producir los alimentos necesarios para tanta gente, además de proporcionar salud, educación y en términos generales, el mínimo de bienestar para toda la población, que también se esta viendo todos los días, ya es imposible de cumplir.

La regulación de la natalidad, dejó de ser, desde hace muchos años, una prioridad para los gobiernos, luego de enfrentarse a diversas reacciones, principalmente de la iglesia católica, que siempre ha estado en contra de los programas para reducir la natalidad, porque afirma que las parejas deben tener los hijos que Dios les dé, sin que definan, con precisión, quién los va a mantener.

En poco tiempo, las nuevas generaciones de mexicanos, ya no encontrarán un lugar para vivir, tendrán mayor necesidad de alimentarse y curarse, menos educarse, porque las necesidades crecerán espantosamente, como ahora ya se ve, luego de que la mayor parte de los campesinos, ya no tienen tierra para cultivar y se van a los Estados Unidos, a ofrecer su trabajo, su mano de obra barata y de paso, a ser sujetos de la violación de sus propios derechos, entre ellos, a vivir bien.

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede, recordándoles que esta columna política se publica en este espacio y veinte más, entre periódicos y portales electrónicos.

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