¿Acaso seré yo señor? ¿O realmente la bufalada anda muy alterada? En los castaños y viejos prados del viejo Oeste esta situación era propicia para la bonanza pues bastaba que un peregrino -con un curso mínimo de tiro al blanco en la Academia del Lencero, y sin necesidad de haber tenido muy buenas notas- medio levantara el rifle y aunque se le escapara un tiro, ya, de un solo disparo había matado tres búfalos. Había tanta carne que los exploradores ni siquiera se tomaban la molestia de salarla pues pasando cualquier cerro aparecía otra manada y reiniciaba el tira tira.
Algo hay que no nos dicen, pues casi todos los políticos de este rancho (que comparado con Cuautitlán es un ranchito) en algún momento han declarado que una gubernatura de dos años es una vacilada, que no alcanza ni para calentar la silla ¿y luego? Esto, convendrá conmigo, ya no es una gorda caballada, es una vulgar manada de ñus que van, sin saberlo, al desfiladero en el río. Creo que estarán conscientes, y si no que alguien les diga, que solo uno será el Gobernador. Y si desde ahí partimos sigue presente la pregunta “¿y luego?”.
Yo ya no entiendo a qué le tiran, pero hay que ponderar también que para esto de los intereses ocultos y sobadas mañas, los políticos son unos ases. Trato de juntar cables y visualizar la situación estatal y sus suspiros, pero me resulta más complejo que entender el interior del capó de un auto. La larga lista de aspirantes sigue crescendo, ya sea del PRI, PAN y ahora de independientes.
“Soy más que un Bronco” dice Buganza en un video en el que se destapa como aspirante. Esa cantaleta a mí en lo personal como que ya me está chocando, no le veo sustancia pues el Bronco es cierto que ganó, pero sigo con mis serias dudas de lo que pueda lograr gobernando. Para que entregue cuentas faltan algunas lunas y solo hasta que haya avanzado en su gestión es que podría alguno querer compararse con él, si es que lo hizo bien.
Buganza, es cierto, ya ha estado en altos mandos del Gobierno, y lo ha hecho bien. Esto no es echar porras gratuitas, es que en los encargos que ha pasado como Secretario de Gobierno o Secretario de la SIOP, ha ido como aquellas aves de Salvador Díaz Mirón, cruzando el pantano sin mancharse. No está, hasta donde se sabe, inmiscuido en el mazacote de las mafias o en las ignominiosas listas de señalados por la Auditoría Superior de la Federación, y eso ya es mucho decir en estos tiempos.
Escaso favor se le ha hecho a las Candidaturas Independientes al tener como parangón al Bronco, como vara que mida la altura de los aspirantes, cuando que ni siquiera fue el único candidato independiente que ganó. Y no porque el Bronco haya hecho algo mal, o porque no tenga capacidad, o porque ya les esté echando la sal a los nuevoleoneses que tan bien me recibieron hace ya más de veinte años cuando por allá viví. Escaso favor le hicieron porque no han sido pocos los políticos que destacan por sus ocurrencias o sus pintas de valedores entrones y bragados y al final resulta que no saben gobernar.
Gerardo Buganza como dice es más que un Bronco, aunque no me queda claro en qué sentido lo afirma. Si lo dice en que sabe gobernar mejor, pues yo creo que sí, porque lo ha hecho bien; si es porque sabe enfrentar las injusticias, pues espero que sí. Viene a sumarse a la larga lista de aspirantes y seguro será un factor interesante a seguir en las próximas elecciones. Lo primero será cumplir todos los requisitos que ya el Código Electoral dejó bastante complicados, y después, pues a subirse al caballo y remontar la adversidad por todo el Estado de Veracruz.
Tome nota: En cuanto se llene la lista comenzaremos como la canción de los perritos… quitando a uno por uno.
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