¿Recuerda Usted sus juegos de la infancia? ¿Aquellas rondas, los encantados, el can-can? Fueron tiempos en que la calle era nuestro espacio, cuando las puertas de las casas permanecían abiertas de par en par y nuestras madres sólo salían al pórtico para gritarnos que era hora de comer o cenar. De varios lados llegábamos corriendo, para después volver a salir a jugar. Eran tiempos de vacaciones.

Oficialmente hoy empiezan las vacaciones escolares para los diversos subsistemas educativos de la entidad y del país. Pero por supuesto, son otros tiempos en que ya jugar en la calle conlleva riesgos y peligros.

Quizá por eso cae como anillo al dedo el exhorto que hizo a las autoridades de todos los ámbitos de gobierno la diputada secretaria de la Comisión Permanente de Educación y Cultura de la Legislatura Local, Minerva Salcedo Baca, en el sentido de rescatar los espacios públicos, en beneficio de las familias veracruzanas.

Los parques, jardines, canchas y unidades deportivas deben llenarse en esta temporada vacacional con nuestros niños y jóvenes. Deben ser espacios de comunión familiar, porque si no los ocupamos, otros lo harán.

Los gobiernos también deben hacer su parte. Programar actividades artísticas, culturales y recreativas para que sean foros de difusión entre la población. Hubo un tiempo en Xalapa en que teníamos teatros al aire libre. Por lo menos me tocó asistir al de la Escuela Normal (donde hoy está la facultad de Economía) y al del Seguro Social (allá, por la zona de Los Lagos).

Después, con los hijos íbamos al Dique, donde se presentaban eventos en la explanada de la Casa de Artesanías y en el puente que divide al primer lago del segundo. La tecnología no era nuestra ama, como parece ser ahora.

Es cierto que hoy tenemos la Internet, con todas sus ventajas y peligros, y que la televisión se ha diversificado en forma inimaginable. Pero también es cierto que hemos perdido el contacto familiar y aún estamos a tiempo de recuperarlo.

Los problemas de salud pública se deben en buena medida al sedentarismo en el que vivimos. Obesidad, diabetes, padecimientos cardiacos y otros más figuran como enfermedades que se propagan entre la población. Todas ellas –en caso de no ser congénitas– se pueden prevenir con actividades físicas, y si es con la familia, mejor.

Dice la diputada Salcedo: ““Muchos jóvenes hoy día pasan el tiempo en la Internet, y es necesario que realicen actividades al aire libre. Para ello debe haber centros deportivos. Se requiere la participación de todos, autoridades, organizaciones civiles y padres de familia para implementar acciones de prevención y acercar a los jóvenes y niños a que hagan deporte. Con ello, también estaríamos bajando los índices de obesidad”.

Los pretextos y las justificaciones son nuestro pan de cada día. Pero la vida se basa en recuerdos, y si son buenos, mejor. Demos un buen presente a nuestras hijas e hijos para que tengan un pasado excelente. Que cuando caminen recuerden esos momentos en que papá y mamá estaban con ellos. No importaba que llegaran cansados del trabajo o que el domingo era su único día de descanso: siempre nos escucharon y jugaron con nosotros. Ese es el recuerdo indeleble que debemos dejar en ellas y ellos. ¿No cree Usted?

Por hoy es todo. Le deseo un excelente inicio de vacaciones, esperando que disfrute a la familia, y nos leemos en la próxima entrega.