«Las redes sociales siguen siendo una gran esperanza, pero uno espera que también en ellas haya decencia, objetividad y verdad. ¿Es mucho pedir? Es lo que se pide a todo ciudadano que haya sido educado. Por otro lado, es una bendición saber cómo está el fondo de nuestra alma, porque a partir de ahí la conversión o purificación se hace posible. Hay que llamar las cosas por su nombre. En muchos casos, las redes sociales nos hacen ver la realidad- por fea que esta sea- y nos ayudan a ir más allá de las apariencias de la prensa o de la televisión. Son una novedad inesperada». Lo escribe el Padre José Zilli en el semanario «Alégrate» que dirige el Pbro. José Manuel Suazo Reyes. Y que es una publicación de la Arquidiócesis de Xalapa.