¡Oiga! le comento que hace unos días escuche decir al doctor Ernesto Piedras Feria, quien es de los pocos economistas que se ha puesto a estudiar en serio cuanto aporta la creatividad al Producto Interno Bruto de México, que tenemos lo que nos merecemos; que somos un reflejo de lo que pase –bueno/malo- todos los días en el país: que si tenemos un presidente de la República que no lee o lee muy poco, es porque los mexicanos nos leemos; que si un secretario de gobernación no sabe estar a la altura de una situación de crisis, es porque nosotros nos dejamos dominar por las circunstancias; que si los gobernantes, presidentes municipales, son ineficientes e ineficaces, es porque nosotros así lo somos; vamos que si se fugó el ahora conocido como “Topo” y ya no “Chapo” es porque todos, sino es que la mayoría así lo queríamos.
No creo que el deseo proyectado por el inconsciente de muchos mexicanos llegue a tanto, pero si comparto la idea del doctor Piedras Feria de que lo que nos pasa como pueblo tiene que ver con la indolencia/apatía con la que tomamos un evento/acontecimiento: pongo el ejemplo de la desaparición de mujeres y hombres jóvenes en los 32 Estados; o el robo de bienes culturales patrimoniales religiosos o muebles; la explotación irracional de mantos acuíferos y la contaminación de ríos, lagos/lagunas; o el uso del cargo público para el enriquecimiento personal, de familiares, amigos o socios.
La ñoñez en el diseño/ejecución de políticas públicas que resuelvan de raíz los problemas de alimentación nutritiva, salud de calidad, vivienda digna, salarios justos, educación para la vida, acceso para todos de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, desarrollo científico, tecnológico y artístico, pero, principalmente que salvaguarde la integridad de las personas, sus vidas y su bienes, nos va empobreciendo cada vez más, y hace menos probable que saltemos la brecha del subdesarrollo.
Más allá de lamentarse o maldecir por las cosas que nos pasa -como país o en lo individual- creo que ya va siendo hora de que empecemos a pensar si esto es lo que queremos y/o nos merecemos; si este presente es el que vislumbramos en el pasado; si son estas las instituciones y gobernantes por lo que nuestros abuelos dieron sus vidas; o si no estábamos mejor cuando estábamos peor. Le aclaro que no precisamente me refiero al gobierno de la alternancia sino al viejo Díaz, cuyo estilo de gobernar se centró en mucha administración y poca política, menos viajes al extranjero y más respuesta inmediata a situaciones de emergencia.
Paz y Progreso que, a más de cien años de aquel movimiento revolucionario, se ve imposible de alcanzar; Paz y Progreso para todos y no solo algunas familias “revolucionarias” venidas a funcionarios públicos, presidentes de partidos políticos, jerarcas religiosos, empresarios del régimen, consortes o amantes en turno; Paz y Progreso que garantice el libre tránsito, el respeto a la propiedad y los tres niveles de los Derechos Humanos; Paz y Progreso que haga se recobre la confianza en los impartidores de justicia; Paz y Progreso que nuevamente vuelva a salvar al hombre del hombre.
Cometario Breve
La construcción del túnel por el que escapó Joaquín “El Topo” Guzmán Loera, sienta un precedente en la ejecución de una obra civil. A partir de ahora los funcionarios de cualquier nivel de gobierno tendrán un plazo máximo de doce meses para entregar guarniciones, banquetas, calles, drenajes, puentes, etcétera que se proyecte con erario público. Broma o verdad, no estaría de más ubicar y contratar a los ingenieros que construyeron el túnel de escape de una longitud de kilómetro y medio, a una profundidad de diecinueve metros, para que ya terminen el túnel surgido de Coatzacoalcos que desde 2004 empezó sus trabajos y al corte de hoy lleva un costo de más de 4 mil millones de pesos.
Para los que visiten a capital del estado de Veracruz y a los que, por diversas razones se quedan en este periodo de vacaciones escolares, les invitamos a que vayan a la Galería de Arte Contemporáneo, El Ágora de la Ciudad, la Pinacoteca Diego Rivera y disfruten algunas piezas procedentes del Museo Nacional de China; ahora que si usted es devoto del santo Rafael Guizar y Valencia, en el antiguo Palacio del Arzobispado, encontrará alguna reliquias.