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En un país en el que la línea que divide la ficción de la realidad es cada vez más delgada, cualquier cosa parece posible, sobre todo cuando las noticias reales como la fuga de Joaquín Guzmán Loera “El chapo”, son las que más se parecen a una película. En días recientes se difundió a través de redes sociales la noticia de que el IMSS y el ISSSTE se privatizarían, aunada a rumores como la suspensión de ciertos medicamentos, y la reducción de la atención médica. Lo anterior generó tal debate que hizo que las mismas instituciones desmintieran el hecho.
En México existen 46,600,000 usuarios de internet, de los cuáles 3 de cada 4 utiliza las redes sociales como su segundo medio de información y siendo sinceros, después de que realmente se fugara por segunda vez el narcotraficante más buscado, se puede creer y esperar lo que sea. Si bien el IMSS ya desmintió los hechos con la siguiente declaración: “Los servicios y atención que brinda el Instituto Mexicano del Seguro Social, no se privatizarán. Los medicamentos que ofrecemos a nuestra derechohabiencia, no tendrán costo adicional y mantendrán la más alta calidad.” Hay algunas propuestas que sí son ciertas.
Durante los primeros días de Junio se dio a conocer una licitación en la que el Instituto Mexicano del Seguro Social pensaba otorgar a la Iniciativa Privada el control de pacientes con diabetes, una de las principales enfermedades del país, misma que iniciaría en el Distrito Federal y que para los pacientes no tendría costo alguno. Dicha subrogación tuvo que pararse a principios de Julio dado que se debían redefinir algunos parámetros.
Hasta el momento los servicios de salud siguen igual, deficientes, y no precisamente por incapacidad de sus médicos, sino por la falta de recursos, una administración ineficiente y sin duda en estos últimos días las instituciones de Salud Pública han sufrido ataques mediáticos constantes, los cuales dejan de lado la necesidad de equipo y las reformas que lejos de ayudar las han puesto en la quiebra.
En México el gasto de bolsillo en salud representa el 47%, este indicador es uno de los más altos del mundo y el más elevado en la lista de países de la OCDE, lo cual habla de una necesidad urgente de cambios, todo el que haya visitado alguna vez una institución de salud pública entenderá de qué hablo, simplemente el sistema no se da abasto para cubrir las demandas de la población, las cuales crecen constantemente. Ante lo anterior está claro que la solución no puede ser la privatización de estos servicios, sobre todo cuando el ingreso de los hogares disminuye y sus egresos aumentan, pero sí es indispensable una evaluación y tal como lo dijo Miguel Alonso Raya, coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de diputados: “Con el diagnóstico y las propuestas se debe arribar a un modelo de seguridad social integral, público, redistributivo, equitativo y que sea social y económicamente viable”. Las condiciones anteriores han de cumplirse lo antes posible: primero porque la salud es un derecho básico de todo ser humano y segundo porque de seguir así para el 2017 el IMSS tendrá gastos superiores a sus ingresos y habrá agotado todas sus reservas.