TODO PARECE indicar que Mauricio Martín Audirac Murillo, solo tiró el anzuelo para ver si pescaba algo.
La verdad de las cosas, es que ni el Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, ni el propio Contralor General Ricardo García Guzmán, contestaron al reto lanzado desde hace unos días donde el Ex Secretario de Finanzas y Planeación, buscaba ser exonerado por falta de pruebas.
Desde el momento mismo en que el titular del Poder Ejecutivo, dio a conocer al pueblo veracruzano, que se procedería en contra de los que hicieron mal a la administración pública de Veracruz, ya se sabía que uno de los acusados, sería, sin duda, quien se venía desempeñando en la titularidad de la dependencia más importante, es decir, desde donde se manejan los recursos públicos de la administración duartista.
Sin que lo mencionara el propio Gobernador del Estado, la lista negra era encabezada precisamente por Audirac Murillo.
La mención directa fue del Contralor García Guzmán, quien por instrucciones gubernamentales, procedió a dar a conocer quienes eran los principales desleales del gobierno que habían contribuido a la mala imagen del gobierno, sobre todo, en el aspecto económico, donde se requería total pulcritud para el manejo de los recursos que constituyen, por así decirlo, el tesoro estatal.
Se sabe que ninguno de ellos fue mencionado sin tener el respaldo suficiente para ponerlos en el banquillo de los acusados.
Hay expedientes, debidamente formulados con las pruebas necesarias para poder actuar en contra de todos los que se mencionaron como personas no gratas al gobierno por haber sucumbido ante la tentación de tomar lo que no era de su propiedad.
Nadie acusa sin pruebas, sabiendo que de hacerlo, tarde o temprano, podría ser el acusado y revertirse las cosas. Cuando García Guzmán, dio a conocer los nombres y la razón que tenía el gobierno, para exhibirlos, era porque había suficientes pruebas en su contra, las cuales son valoradas por la Fiscalía General del Estado.
Cuando Mauricio Martín Audirac Murillo, lanza el reto al Contralor General del Estado, para que el probara las acusaciones o de lo contrario, que se desistiera de tal acusación, pudo ser una estrategia legal para buscar limpiar su nombre. Sin embargo, se sabe que hay pruebas y que éstas, seguramente, están en manos de quien tiene la obligación de consignarlas ante un juez competente y proceder a seguirle el juicio correspondiente.
Ya se verá, si dichas pruebas se desechan o sirven de fundamento legal para sujetar a estas personas, entre ellas, el Ex secretario de Finanzas y Planeación, Mauricio Martín Audirac Murillo, al proceso debido.
LAS DECLARACIONES gubernamentales, acerca de los malos manejos de recursos públicos, fue, hace unos meses, consideradas como un importante golpe de timón para comenzar un proceso de limpia publica.
Las reacciones no se hicieron esperar. Muchos creyeron entonces que la lista completa se daría a conocer con todos sus detalles. No ha sido de esta manera, porque se espera, quizá, el momento preciso para los veracruzanos conozcan la relación completa de los ex servidores públicos y de algunos otros que todavía se encuentran sin ser tocados.
Nadie puede, todavía, sentirse a salvo, porque existen muchos más que por diversas razones, se esta esperando el mejor momento.
Y es que el Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, sabe bien que su administración todavía tiene un largo trecho, cuando menos para estos menesteres, aunque políticamente, las cosas ya estén bastante adelantadas.
Así es que los tiempos aún no llegan ni las investigaciones concluidas. Hay personajes que bien se sabe, tienen larga cola que les pisen.
Y es que, la verdad de las cosas, como dice el dicho: El amor y el dinero, no se pueden ocultar. Y esto último es lo que muchos personajes que tuvieron la oportunidad de manejar recursos públicos, han hecho durante estos últimos meses.
Muchos de ellos, no han resistido la tentación de mostrar que tienen dinero, aunque sin decir, de donde lo obtuvieron. Casas, negocios, restaurantes y muchas otras inversiones se han hecho evidentes. Estas pueden ser las pruebas que finalmente, los pongan tras las rejas, siempre y cuando, la voluntad del gobierno, así lo quiera.
LA MAYORÍA DEL SECTOR magisterial, ha consentido, voluntariamente, en evaluarse para contribuir a una mejor educación en la entidad veracruzana. Han entendido que sin prepararse no se puede llegar a ninguna parte y más cuando se tiene la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones.
Quienes se oponen a este proceso de evaluación, prácticamente están mostrando que no tienen el mínimo interés en ser verdaderos mentores y formadores de los nuevos valores de la patria, que son sus niños y sus jóvenes.
Veracruz, por fortuna, esta respondiendo exitosamente a este mandato constitucional, como lo muestran todos aquellos maestros que han sabido responder a la convocatoria de la Secretaría de Educación, sin el menor temor de que alguien les arrebate su posición y sus años de trabajo, porque están conscientes de su responsabilidad histórica con las nuevas generaciones de mexicanos.
DESDE SU DERECHO a votar, las mujeres no habían conseguido un importante avance en la política, como ahora.
Su participación es clara y su derecho a ser tomada en cuenta se confirma con la obligación de los partidos políticos para que en todos los procesos electorales, el cincuenta por ciento de las posiciones, sean otorgadas al sector femenil, como antes se les llamaba dentro de las organizaciones políticas.
Hoy, las mujeres, que por cierto, forman parte de una mayoría en el padrón electoral, gozan de este derecho que han alcanzado a través del tiempo y que les permitirán tener una mayor representación en la integración de las cámaras de Diputados, en las Presidencias municipales y porque no, también en la aspiración de llegar a ser Gobernadoras, como ya ha sucedido en otras entidades del país. Veracruz, no puede, de ninguna manera, ser la excepción, por lo que, tarde o temprano, ya tendremos la noticia de que una mujer se lanza para la gubernatura y con todo el derecho que le asiste.
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede, recordando que esta columna política, se publica en este espacio y en veinte más, entre periódicos y portales electrónicos.
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