«Ayer, luego de mucho negociar y construir con el gobierno federal, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, asumió la más grave, y sin duda alguna importante decisión de disolver el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, y con ello, dar por terminados los vergonzosos acuerdos signados por él y por sus antecesores, entre 1992 y la fecha, con la (cuasi guerrillera) Sección 22 del SNTE: la cesión a la organización magisterial del otorgamiento de plazas de maestros, el manejo del presupuesto del rubro educativo, la opción de ocupar el 92% de las plazas del propio IEEPO, y, en los hechos, asumir en plenitud la rectoría del sistema educativo estatal. «Se tomó una decisión de Estado», explicitó el mismo Cué. Los comentarios a favor de esta medida fueron generalizados». Lo comenta Enrique Aranda en «Excélsior».