La postura del gobierno mexicano ante los dichos de Donald Trump es clara. Desde San Francisco, el canciller Meade afirmó que los ataques del empresario estadounidense están impregnados de odio y racismo. Si tomamos en cuenta que vienen del titular de la Cancillería, no hay lugar a dudas de que el gobierno de México responderá con dureza a cualquier otra expresión ofensiva. Ahora hay que ver la reacción de Trump, quien, se ha visto, no se queda callado. Lo comentan en ¿Será? de «24 Horas».