Héctor Yunes, la quinceañera y la novia de la boda.

De entrada, el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, dejó la grata impresión de que se trata de un político profesional y honesto, al dialogar, durante un desayuno, con los integrantes de la Asociación de Periodistas de Veracruz, que preside el economista Francisco Licona González.

Despojado de poses y de rollos demagógicos, el joven político respondió de forma clara, sencilla y con amplitud cada una de las preguntas que le plantearon los integrantes de la citada agrupación de periodistas reunidos en un restaurante capitalino.

No rehuyó a ninguna de las preguntas y si, en cambio, se mostró holgado, seguro de sí mismo y profundo conocedor de la problemática socioeconómica y política del municipio de Xalapa al dar respuesta y explicaciones a los cuestionamientos que se le hicieron.

Pese a su juventud, Américo refleja que no es un político maleado, que aún no penetra en el terreno de la contaminación y que tiene por delante un brillante porvenir político que le permitirá en su momento a aspirar a cargos de mayor jerarquía política en el estado de Veracruz.

Pero por el momento, como él mismo lo dice, está entregado en cuerpo y alma a la presidencia municipal, a resolver muchos de los graves y añejos problemas que afectan a Xalapa y sus alrededores y a entregar buenas cuentas a los xalapeños

Irónicamente, cuando el quehacer político y sus protagonistas han caído en el más profundo de los descréditos, cuando el hablar de funcionarios públicos es identificarlos con corrupción, nepotismo y otras graves deshonestidades, el alcalde presenta un rostro diferente, distinto, que inspira confianza y da seguridad a los xalapeños.

Es cierto que la población del municipio arrastra graves pendientes de obras de infraestructura urbana, que Xalapa cuenta con más de 500 colonias y que muchas de ellas carecen de los servicios más elementales, pero también es cierto que por primera vez en muchos trienios se nota interés y disponibilidad de la autoridad por tratar de resolverlos de manera conjunta con la participación de la ciudadanía.

Y es muy cierto también que a diferencia de pasadas administraciones municipales, la de Américo Zúñiga no es proclive a la realización de obras de relumbrón político, sino de aquellas que, aunque no se ven, si tienen como destino directo el beneficio de las mayorías, de la colectividad. En su agenda no se consignan obras de lucimiento personal.

En ese sentido, es importante destacar que durante su administración municipal se ha mejorado la imagen de Xalapa con la pavimentación hidráulica de varias calles, la ampliación de redes de agua potable y la introducción de servicios de drenaje sanitario y pluvial, obras que llevan innumerables beneficios pero que, paradójicamente, muchas de ellas no se ven.

Es por ello, por sus cualidades políticas, porque tiene oficio y sensibilidad y ha tenido su buen desempeño al frente de la comuna, que a estas alturas del partido, cuando apenas lleva menos de dos años como presidente municipal, en los medios políticos bien informados se empieza a manejar la versión de que Américo podría ocupar un cargo de alto rango en el gobierno que iniciará funciones por dos años a finales de 2016.

¡Habrá que esperar!

EL PILÓN

Definitivamente, el maestro Carlos Brito Gómez es un buen padrino político y sabe defender a sus numerosos ahijados cuando éstos se encuentran en peligro y necesitan de su ayuda.

Así quedó de manifiesto recientemente cuando uno de sus protegidos consentidos, Gonzalo Morgado Huesca, a propósito de las escaramuzas que se dan con motivo de la sucesión gubernamental, recibió fuerte andanada mediática en las páginas de un importante rotativo local.

La oportuna intervención del expresidente estatal del PRI, ex subsecretario de gobierno y ex alcalde de Coatzacoalcos, entre otros innumerables cargos partidistas y gubernamentales, desactivó la campaña que se había desatado en contra de Morgado Huesca por su participación abierta en la campaña política de uno de los candidatos priistas al gobierno de la entidad, que no es precisamente el preferido del huésped número uno de Palacio de Gobierno.

Buen trabajo del padrino, por supuesto.

EL PILÓN

El Senador choleño, Hector Yunes Landa, se ha convertido en el hombre con el don de la ubicuidad, es común verlo entregando apoyos de Protección Civil en la Sierra de Zongolica y lo mismo acompañando a los diputados locales a su sesión foránea en el sureño municipio de Minatitlan, o verlo de igual forma en la toma de protesta del alcalde suplente de Coatepec, Ricardo Palacios Torres, y más tarde en eventos sociales siempre acompañado de su distinguida esposa, Verónica de la Medina de Yunes.

De cara a la renovación gubernamental de 2016, es innegable el activismo del ex líder del Movimiento Nacional de la Juventud Revolucionaria en los años 80´s, compañero generacional de diversos políticos en las lides juveniles priístas de todo el país, muchos de los que incluso, ya fueron gobernadores de sus respectivos estados.

Uno de los personajes amigo de Yunes Landa desde épocas juveniles, el aún coordinador de los diputados federales priístas, Manlio Fabio Beltrones Rivera, a quien se le avizora un cargo y sobre quien existen tantas expectativas sobre dónde se acomodará al ex gobernador sonorense como parte de su futuro político y se sabe que es fuerte aspirante a ocupar la Presidencia Nacional de su partido el PRI, una vez que el mexiquense Cesar Camacho Quiróz está por dejar la dirigencia nacional tricolor para ocupar un escaño en la Cámara Baja del Congreso de la Unión.

Y es que amén a la relación de amistad de Yunes Landa con Beltrones, al oriundo de Soledad de Doblado le sobra la trayectoria política y cuenta con los dotes para ocupar en su momento la primera magistratura de la entidad veracruzana, más ahora que cuenta con el apoyo de su asociación política estatal con registro, “Alianza Generacional”, integrada por veracruzanos jóvenes y no tan jóvenes (de la camada del propio Héctor) que si algo tienen en común es su incursión al PRI en las trincheras juveniles priístas, lo que hace a esta asociación política un movimiento auténtico de cuadros priístas fogueados desde los sótanos del poder donde la talacha partidista es de a deveras.

Diplomático, reconocido como uno de los políticos veracruzanos más sofisticados y con un equipo de gente con mucha experiencia en los entretelones del poder Yunes Landa ha reconocido públicamente que si los factores de poder no lo favorecen con la candidatura a Gobernador, e incluso él se sumará y hará campaña a favor a quien determinen los priístas, esperando el mismo trato de sus detractores quienes incluso, lo vinculan ya con el gobernador saliente llamándolo el “Caballo Negro” de la contienda, a pesar de que Yunes Landa se ha pronunciado que para estar a la altura de los nuevos retos y los requerimientos de la entidad veracruzana, hay que hacer ajustes en el Gobierno del Estado.

Astuto y zorruno de la política, Héctor Yunes Landa se sabe con capacidad política y comprobada institucionalidad como para exigir con autoridad moral participar en la contienda a la gobernación estatal del 2016, y resulta impensable un escenario donde el choleño decida jugar la carta independiente, como también es altamente improbable que rompa con el Gobernador Javier Duarte de Ochoa con el PRI y los factores de poder al interior del tricolor, entre ellos, su aliado el poderoso Manlio Fabio Beltrones.

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