En el 2014, las exportaciones del sector aeroespacial en México crecieron en 18% al pasar de 5,400 millones de dólares, en el 2013, a los 6,400 millones de dólares, según la Federación Mexicana de la Industria de la Aviación.
Se espera que al final del 2015 las ventas asciendan a los 7,300 millones de dólares y que para el 2020 lleguen a los 12,000 millones de dólares, cifra que se ve factible dado el crecimiento anual superior a 15% que el sector ha tenido en los últimos 10 años.
En la actualidad esta industria genera 45,000 empleos directos y se espera que para el 2020 sean 110,000. Ahora operan 300 empresas y todo indica que para el 2020 serán por lo menos 500 distribuidas en 18 estados del país.
Ahora esta industria trabaja con bajo contenido nacional y en el 2014 el superávit solo alcanzó los 950 millones de dólares. El sector, con el apoyo del gobierno, pretende que para el 2020 se alcance 50% de contenido nacional.
El gran reto del sector es desarrollar una cadena de proveeduría compleja y de calidad con insumos y partes mexicanas, para impactar todavía más su crecimiento y ampliar la generación de empleos.
El crecimiento del sector ha sido exponencial y si en el 2004 las exportaciones sumaron los 1,674 millones de dólares, las que se obtuvieron en el 2014 representan un aumento de 300% con relación a ese año.
La Inversión Extranjera Directa (IED) entre 1999 y el 2014 asciende a los 2,000 millones de dólares, un promedio anual de 133 millones de dólares, en los últimos 15 años. El crecimiento del sector exige que siga llegando la IED en cantidades todavía mayores.
De acuerdo a los especialistas, dos son las causas que desatan el crecimiento del sector: la calidad de la producción automotriz, que dio confianza a las empresas aeroespaciales para radicarse en el país, y la necesidad de las empresas europeas de reducir sus costos.
En el 2006, la instalación en Querétaro de la empresa canadiense Bombardier Aerospace actuó como un gran detonador para que llegaran al país un grupo de proveedores de primer nivel. A partir de ahí la expansión ha sido constante.
Ahora México ocupa la posición 15 a nivel mundial de los países que producen piezas de aviones. La meta es que en los próximos tres o cuatro años se coloque en el top ten de la industria. En la actualidad el país es el cuarto destino mundial de la inversión en el sector.
Las empresas instaladas en México reconocen como ventajas comparativas y competitivas: 1) la ubicación geográfica y su pertenencia al TLCAN; 2) la calidad y profesionalismo de su mano de obra; 3) los bajos costos de producción; 4) las vías de comunicación y los puertos que facilitan la transportación de la producción