«El regreso del subsecretario de Relaciones Exteriores, Sergio Alcolcer, a la UNAM, es una victoria palaciega del canciller José Antonio Meade. Don Sergio era una de las cartas para la Embajada de México en EU, dónde Meade preferiría al cónsul en los Angeles, Carlos Sada, por lo que al final de cuentas logró el objetivo de llevarlo a la línea de sucesión de la UNAM, sin estorbar en los otros planes del canciller, quien va adquiriendo cada vez más confianza y espacios dentro de un grupo muy cerrado que difícilmente acepta competencia». Lo comentan en «Eje central» de Raymundo Riva Palacio.