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En 1908 un periodista estadounidense da a conocer la verdadera historia de lo que ocurre en México durante la época previa a la revolución Mexicana, John Kenneth Turner demuestra que en contraste con el orden y progreso de Porfirio Díaz los trabajadores eran terriblemente explotados, además de las condiciones en las que vivía la otra parte de la población, la que no pertenecía a la clase alta, los que vivían endeudados con el pan de cada día y no contaban con el gran capital de los empresarios.
México Bárbaro es el título de la obra que abrió los ojos de quienes creían en el avance planteado por Porfirio Díaz, descubrir que muchas personas vivían en condición de esclavos en pleno siglo XX, fue una ardua labor de periodismo de investigación de la época, en aquel entonces Kenneth Turner se hace pasar por empresario para poder llegar al fondo del asunto, y revela sobre todo en el extranjero que aunque teníamos una constitución con leyes justas, éstas no se cumplían.
Releo una de las obras que sirve para entender un gran suceso de nuestra historia, y no puedo evitar pensar que en realidad no fue escrita hace más de 100 años, el dolor que siento al pensar en millones de pobres es latente, el coraje ante el engaño constante, la falta de libertades y los excesos de grandes mandos se incrementa todos los días. México Bárbaro, no sólo es una obra del siglo pasado, es el antecedente de lo que podría pasar en nuestro País de seguir las cosas como hasta ahora. E invito a todos a leerla porque quien no conoce su historia está condenado a repetirla.
Y en cierta forma estamos repitiendo ciertos patrones que hemos visto a lo largo de la historia de México, cito a Kenneth Turner y dejo que el lector decida si lo descrito no es semejante a lo ocurrido en nuestros días: “Descubrí que el verdadero México es un país con una Constitución y leyes escritas tan justas en general y democráticas como las nuestras; pero donde ni la Constitución ni las leyes se cumplen. México es un país sin libertad política, sin libertad de palabra, sin prensa libre, sin elecciones libres, (…) sin libertad para conseguir la felicidad.”
Aunque actualmente no contamos con una tienda de raya que nos ata a un trabajo de manera esclavizante para poder pagar los alimentos, sí existen impuestos que aumentan el número de pobres, la gente inocente teme ser agredida por autoridades y aquellos que alzan la voz, son callados de inmediato por oponerse al orden y progreso de nuestros días, atinadamente una caricatura mostraba que se está salvando a México, pero tal parece que de los mexicanos, porque dedicamos más horas de esfuerzo al trabajo, se aumentan los impuestos, incrementan presupuestos, pero recibimos menos, los precios se incrementan y las oportunidades disminuyen. Sólo nos queda no acobardarnos y exigir que cada uno cumpla con lo que le corresponde, nosotros como ciudadanos y el gobierno brindando las garantías debidas como educación, salud y seguridad.