ARISTOTELES, el gran filósofo griego, consideraba al hombre como un zoon politikón, es decir un animal político, pero más unido a su propia naturaleza, podría traducirse como un político por excelencia, debido a su capacidad para poder socializarse y trabajar dentro de un determinado conglomerado. De ahí que el hombre se desplaza en diversas direcciones, con preparación distinta, pero con un solo objetivo que es el de servir a los demás. La política, como se ve, ya no esta reservada a un determinado sector de hombres y mujeres, que por su preparación profesional, su labor y visión estén directamente encaminadas a una función en especial, sin poder tocar otras áreas donde también puedan arrojar buenos resultados.

Pues bien, esto lo comentamos, porque no ha faltado quien le niegue a determinados profesionistas, ya sean maestros, abogados, ingenieros, economistas o cualquier otra rama de la sabiduría, la posibilidad de desenvolverse en la política, es decir, más claramente, en el servicio público, para no confundirse de plano.

El hombre cursa debidos estudios que son base de su preparación, hasta cierto grado donde cada uno define lo que quiere estudiar para ejercerlo o no en su vida, pues lo importante es tener la posibilidad de una carrera profesional que pueda, en determinado momento, ser el respaldo para poder actuar en el quehacer público, aunque muchas veces, también, la preparación no es exactamente, el requisito indispensable, pues hay muchos hombres y mujeres en la historia política de México y de Veracruz, que sin haber estudiado una carrera profesional, han realizado una buena tarea pública a favor de los demás.

Todo esto viene como antecedente, porque recientemente, el Secretario de Gobierno Flavino Ríos Alvarado, hizo nombramientos a favor de algunas personas, que por su labor publica, también se les ha denominado políticos y que, sin tener, como se dice ahora, el perfil exactamente adecuado, pudieran realizar una verdadera labor donde se necesita.

Es así que no se equivoca el Secretario de Gobierno, y menos el propio Flavino Ríos Alvarado, a quien no se le puede negar su enorme experiencia política y su gran capacidad para el servicio público, tal y como lo ha demostrado plenamente a través de toda su historia en el quehacer público.

Los nombramientos, en específico, el de Jefe de Asesores, son correctos, porque, no hay nada que pudiera oponerse o contradecirse, porque lo importante es la preparación que tangan los titulares de estas áreas, así como la voluntad para conducirse en el espacio y la responsabilidad que se les ha conferido.

Queda claro que un médico, un ingeniero o un agrónomo, puede, mientras la ley no lo impida, ser un buen Jefe de Asesores, donde la labor se realice con responsabilidad, compromiso y plena voluntad para ejercer el cargo con buenos resultados.

Estamos, propiamente, en la recta final del sexenio duartista, donde lo importante será cumplir con los proyectos que están pendientes, a través de hombres y mujeres que quieran trabajar, de verdad, por la causa.

De alguna manera, hay que sacar bien a Veracruz, y Flavino Ríos Alvarado, como segundo de abordo en la estructura orgánica del gobierno, lo sabe.

Por eso, recompone el equipo de colaboradores en un momento, considerado clave para salir adelante.

Para eso, lo llevaron ahí…

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REYNALDO ESCOBAR Pérez, fue noticia la semana pasada.

Fue Enrique Ampudia Mello, quien lo pone, otra vez, dentro del espacio público, como queriendo enviar un mensaje con altos ingredientes políticos.

Se dice que no fue una entrevista de amigos, exactamente, sino que hubo de por medio un ofrecimiento, al parecer, para que Reynaldo, se integre, nuevamente, al equipo político de Javier Duarte de Ochoa, para terminar el sexenio.

Se sabe bien que el Ex Secretario de Gobierno y Ex Procurador General de Justicia, difícilmente tendrá otra oportunidad política en el futuro, aunque en esta materia, nadie sabe lo que puede suceder.

Por eso se quiere aprovechar sus buenas dotes profesionales y políticas, después de haberse calmado, un poco, la serie de críticas que se le hicieron durante el tiempo que sirvió al Estado.

Sin embargo, es lo que se dice, que Reynaldo, fue invitado.

Ahora falta saber si en verdad fue eso y que acepte alguna posición. Pronto podrían verse los resultados de este encuentro político o de amigos, como usted lo quiera interpretar.

Espacios para colocarlo hay muchos. Reynaldo, es un profesional del Derecho, bastante preparado en esta materia, sobresaliente como abogado, pero también con suficiente preparación para estar en otras áreas que no sean, exactamente, del perfil que goza. De cualquier manera, bien podría desempeñar otras funciones, desde una oficina en alguna dependencia o bien desde su casa, pues en calidad de asesor, nadie lo vería mal. Estaría fuera, al mismo tiempo de los golpeteos comunes. Reynaldo, tiene mucho que ofrecer todavía. Es tiempo de aprovecharlo, sin duda.

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EN LAS PROXIMAS elecciones, el PRI, tiene un gran compromiso.

No podrá cumplirlo con exactitud, sin desde ahora, no toma las precauciones necesarias, como sería una nueva recomposición de sus diversos sectores.

Urge convocar, de nueva cuenta, a un sector obrero, desperdigado, sin causa política y con presencia, casi de membrete.

Necesita el PRI, llamar a la cordura en el sector campesino, donde los votos se han ido poco a poco en los recientes años, principalmente, por las pugnas políticas del interior de la organización más importante en Veracruz, que es la Liga de comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado.

Urge renovar el mando de un Sector popular, solamente observador de lo que se hace en la dirigencia estatal. Sin deseo ni voluntad para trabajar por la causa política del partido.

Un sector juvenil, que esta a la espera de ser rescatado, de ser atendido, de ser involucrado en las tareas políticas.

Un sector femenil, que ahora, con tanta fuerza, posiciones políticas y elevado a igualdad de oportunidades, tenga que responder, verdaderamente, a las concesiones otorgadas en política.

En fin, al fortalecimiento de un partido, todavía considerado, como el de las mayorías, para que algún día, no caiga, exactamente, en lo que quieren sus propios enemigos, en ser, solamente, una minoría con escasas representaciones.

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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