Uno de los músicos de jazz más importantes del género en nuestro país, referente imprescindible, nació en la ciudad de Córdoba el 31 de julio del año 1939.

Su vida siempre estuvo llena de sonidos musicales desde su infancia, a los seis años ya tocaba el piano y un año después ya ofrecía sus primeros recitales ante un público compuesto por familiares y amistades de sus mayores, esas motivaciones fueron incrementandose hasta que decidió al paso del tiempo, trasladarse a la ciudad de México para proseguir su carrera como músico bajo la tutela y enseñanzas, nada más y nada menos, que de los músicos más importantes de nuestro país como Blas Galindo, José Pablo Moncayo y otros muy destacados como Stravinski y Shostakóvich, como lo menciona el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes al referirse a uno de los grandes del jaaz en México.

De carácter alegre, siempre con una sonrisa en su rostro, conocido como un hombre simpático y bonachón, su biógrafo Antonio Malacara al referirse a su carácter describe a Juan José Calatayud como un ser que fue reconocido por su bondad desde siempre y no cuando que dejó de existir como le pasa a muchos, se le recuerda además por ser un iluminado para la música.

Su discografía llegó a la veintena, cuando cumplió sus cuarenta años de carrera artística presentó un disco lleno de géneros brasileños como el bosa nova y la samba el cual fue todo un éxito, llamado “Cubrasil”. Como solista participó con las más importantes orquestas del país: La filarmónica de la UNAM, Sinfónica de Xalapa, la Sinfónica Nacional entre muchas otras. En el género del jazz que siempre fue su pasión recorrió todos los rincones de México llevando el mensaje lleno de esa riqueza musical que lo caracterizaba a pesar de su imposibilidad para caminar debido a un accidente automovilístico en el año de 1965. Su presencia en silla de ruedas al encontrarse en el escenario causaba gran emoción y al escucharlo llenaba nuestro espíritu; tuve la fortuna de ir a uno de sus conciertos en el Teatro del Estado en donde lo acompañó Nan Ready, todo un espectáculo.

Continuando con este gran músico veracruzano les comento que una vez culminada su carrera en el Conservatorio Nacional, la necesidad de trabajo se hizo presente en su vida y lo consiguió en un sitio llamado “La rana sabia”, en ese lugar tocaba los domingos con un grupo llamado “3.1416”. Decía Calatayud que el jazz era una forma de vestir la música, si tomaba a Bach lograba hacer una adaptación de la obra del genio alemán fusionándola con el jazz, se dice fácil pero solo la genialidad de un ser que nació para la música lo hizo posible.
Realizó los arreglos musicales para diversas obras teatrales entre las que destacan: El hombre de la mancha, Música para zoológico de cristal de Tennesse William, Jazzofonía ballet, entre otras muchas.

Participó en importantes festivales culturales de jazz en nuestro país y en el extranjero, dio varios cursos de improvización, fue merecedor de varias distinciones como la Rosa de oro, La Lira de oro y varias placas conmemorativas de su vida artística.
El Ayuntamiento de la ciudad de Córdoba le otorgó las Llaves de la Ciudad y lo nombró su hijo predilecto. El piano de Juan José Calatayud calló el 23 de marzo del año 2003 en la ciudad de México, dejando un legado que es necesario recordar al igual que su talentosa existencia.

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