CATÁSTROFE SOCIAL * “La soberanía debe ser ejercida por la multitud porque al reunirse todos los ciudadanos, se dan en ellos las virtudes del valor, la templanza y la justicia” Aristóteles Los constantes y recientes acontecimientos que lesionan la estabilidad y dolor de los integrantes de la población del país, nos impulsan a efectuar un respetuoso llamado a todos los mexicanos. Ciudadanos con solvencia moral, cívica y personal, patriotas, idealistas y activistas con valores y ética a dejar; primero las diferencias de credos religiosos, partidistas e ideológicos, así a otros a que dejen a un lado su indiferencia e inercia que por criterios divergentes no nos preocupamos por lo que pasa en la actualidad. El llamado es para hacer un rechazo enérgico y permanente a las políticas actuales en los ámbitos gubernamentales, tanto en el ámbito interno como externo. Nuestra indolencia al respecto nos ha dejado expuestos e indefensos ante los avances de los entes llenos de maldad, avaricia, odio y resentimiento contra lo establecido. Organismos enemigos del progreso, que con la complacencia de entes que sólo piensan en escalar posiciones en el aparato gubernamental, eternizarse en el poder, llenar sus arcas personales con la mayor cantidad de bienes materiales, posicionarse en lugares estratégicos de la administración pública o privada sin importarles a quien o a quienes afectan, así como aquellos que dan la espalda a las mayorías, -convirtiéndose en alfombras del poderoso- para no perder privilegios, han convertido esta sociedad en una catástrofe. Con humildad debemos reconocer que cualquier lucha que se haga a nombre de la democracia, libertad, igualdad, justicia y respeto deberá ser apoyada, ya que detractores habrá siempre entre los ancestrales dueños de la riqueza del país: el alto clero, caciques, empresarios hambreadores, funcionarios desleales, y cuerpos del “orden” deshonestos, que con apoyo de la prensa vendida, enajenan la voluntad y pensamiento del pueblo. Se debe reconocer que la lucha no es fácil, tan es así que imperceptiblemente los postulados de nuestra constitución mexicana han sido modificados (siempre habrá vende patrias que se alquilan al mejor postor) en beneficio de los potentados. Hoy nuestras nuevas generaciones desgraciadamente desconocen el significado de las luchas libertarias: La Independencia, La Reforma y La Revolución Mexicana, así como La Expropiación Petrolera de 1938 y las constantes luchas en busca de equidad en un real régimen democrático. Movimientos sociales que se han desvirtuado, aprovechándose de tales desatinos los oportunistas, “audaces”, perversos en codicia que han dado un vigoroso giro a sus intereses, apoderándose no sólo de los bienes y poderes de la nación, sino lo más peligroso y vergonzante: la voluntad de las mayorías que inermes vegetan en un conformismo aniquilador, un retroceso social y una manipulación mental. Por supuesto que la política actual “modernizadora” es la de privatizar todo lo que pueda ser privatizado, aun sean las instituciones de servicios básicos que nos dan identidad y libertad: salud, educación, energéticos y orden. Ante esto, debemos oponernos a esta embestida brutal al pueblo de México. A los dueños del capital actual se le condonan impuestos, pagos, multas y otras obligaciones, todo para beneficio de unos cuantos. Reiterar esta oposición sistemática y no permanecer callados. Tan es así que hoy se pretende vender la imagen de siniestros personajes de la historia, como salvadores de la patria; olvidando el enorme dolor de muchas etnias (y compatriotas inconformes con la dictadura) que fueron sacrificados, violentados y sacrificados en favor de una modernidad, que obviamente siempre ha beneficiado a los poderosos y cercanos al poder. Nunca, pero nunca debemos acostumbrarnos a empinarnos, docilitarnos, agachando la cabeza ante este impune saqueo y recibir órdenes, golpes y humillaciones en nuestro propio país, ya que este será el principio del fin. Efectivamente el panorama económico mundial es angustiante, pero debemos aprender de los errores de los demás para no caer en la misma situación. El derroche, la superficialidad y entrega de los bienes a los depredadores han puesto a naciones al borde del colapso. Hay que reconocer, que nuestro país vive una catástrofe social, por ello hay que darle un violento viraje a esta política llena de mentiras y engaño. Es por ti, por mí, los hijos y las mayorías de este sufrido país. ¡La lucha por la dignidad y verdad debe continuar! ¡Estamos! alodi_13@nullhotmail.com