Ramon Durón Ruiz

Edith Wharton afirmó: “Hay dos maneras de difundir la felicidad: 1.- Ser la luz que brilla, o 2.- Ser el espejo que la refleja”
Nuestros personajes populares son ambos: luz que brilla por su sabiduría y espejo que la refleja a través de un ingenio desaforado que cautiva los sentidos.
En cada región de nuestra tierra, hay decenas de personajes que a través de la música, décimas, poemas, de su singular genio trascienden los entretelones del tiempo.
Uno de ellos lo fue Don Hermenegildo “El Maistro” Torres, originario de Saltillo, pero avecinado en Monterrey, su trabajo sobre la sociología del pendejo lo convirtió en un mexicano universal.
En una de sus gustadas y masivas conferencias, un integrante del auditorio pícaramente le preguntó:
— Disculpe, Don Hermenegildo, pero ¿Cree usted que algún día en nuestro país se acaben los pendejos?
— Lo dudo –respondió con una envidiable inmediatez “El Maistro” Torres–, pues se muere uno… ¡y lo cargan cuatro!
Cierto día Don Hermenegildo fue invitado a dar una conferencia sobre el PUP, a la Facultad de Ingeniería Mecánica Eléctrica, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, el auditorio se encontraba a su máxima capacidad, políticos, maestros y estudiantes desfilaban en el mismo, eran encabezados por el Rector universitario y el Director del plantel.
Don Hermenegildo, de estatura regular, piel morena, rostro afilado y alegre, ojos de mirada penetrante –sus amigos decían que con sólo una mirada secaba un papayo macho–, elegantemente ataviado inició su esperada alocución hablando del segundo folleto elaborado por el PUP con el siguiente verso:
“Si te asedian los complejos
principia este libro a hojear
porque en el habrás de hallar
de tus prejuicios reflejos,
soluciones sin contar
pues entre tantos pendejos
sin duda te has de encontrar.”
Don Carlos R. Erhard, tuvo a bien trabajar en el tema y publicar un excelente libro en el que plantea una clasificación amplia del pendejo, habla:
“El pendejo ignorante, todos saben que es pendejo menos él.
El pendejo añejo, con el tiempo se hace más pendejo.
El pendejo radioactivo, irradia lo pendejo por doquier.
El pendejo vigoroso, no se cansa de hacer pendejadas.
El pendejo ecológico, es pendejo por naturaleza.
El pendejo multifacético, es el que abarca dos o más clasificaciones.
El pendejo invisible, es tan pendejo que nadie lo puede ver.
El pendejo contador, lleva un registro de cada pendejada que hace.
El pendejo hipocondríaco, se enferma de sus propias pendejadas.
El pendejo despilfarrador, hace pendejadas de más.
El pendejo ególatra, no hace más que hablar de sus pendejadas.
El pendejo presumido, anda contando a todos su última pendejada”
“El Maistro” Torres hizo escuela, dejó lo que los campesinos llaman “un pie de cría” detrás de él venimos cientos de aprendices del humor del mexicano, tocando el tema, el Filósofo dice:
“Hay sabios que ni a la primaria fueron…y hay pendejos que hasta doctorados tienen”
“Cada cuarto de hora… tengo 15 minutos de pendejez”
“Hay un curso de SUPERACIÓN PERSONAL, es muy sencillo, se da en dos pasos:
Paso 1.- Deje de hacerse pendejo, y… Paso 2.- ¡PÓNGASE A TRABAJAR!”

filosofo2006@nullprodigy.net.mx