¿Es bueno o malo que suba el dólar? Nos preguntamos cada vez que se anuncia el tipo de cambio en la televisión, la radio o el internet.

Hace varios días, el tipo de cambio en bancos del DF llegó a 16.77 pesos por dólar. Hay a quienes les es intramuscular, es decir, no les afecta que sube o baje, pues no compran dólares, dicen; otros piensan que ahora tendrán que pagar a los bancos donde tienen su ahorro en dólares, por el tipo de cambio. Los que están próximos a viajar al extranjero o a lugares mexicanos que cobran en dólares, definitivamente se quiebran la cabeza pensando en que les saldrá más caro.

Todo depende a quien se le pregunte. Por ejemplo, los mexicanos que exportan a Estados Unidos, estarán felices pues el tipo de cambio alto incentiva sus operaciones.

El Gobierno Federal también se ha beneficiado, pues el alza en el tipo de cambio ha ayudado a subsanar lo que dejará de ingresar por un menor precio del petróleo y una baja de la producción del mismo. Aunque claro, al parecer, ese dinero no se gastará de manera impactante en el crecimiento del país puesto que hace cinco días se volvió a ajustar, reduciéndose a una tasa de 1.7 a 2.5 por ciento. En pocas palabras: no creceremos.

Contrario a lo anterior, los que se ven afectados son personas que importan, pues se reflejará en el aumento de precio, que se verá antes de que termine el año, pues aún hay mercancías en sus inventarios.

El fin de semana, mientras participaba en un Maratón, el presidente Peña Nieto dijo que es positiva la devaluación del peso, ya que esto atraerá más turismo extranjero al país poniéndolo en condiciones de mayor competitividad.

Pero ¿Qué pasa con aquellos lugares que no son turísticos? Definitivamente sí debe preocuparnos, aunque dijeran por allí: “no para quitarnos el sueño”.

Con esta devaluación del peso ante el dólar, debemos estar conscientes que algunos productos incrementarán sus precios aproximadamente un 5 por ciento, entre los que se encuentran: equipos de cómputo, autopartes, motores y camiones, accesorios electrónicos y de maquinaria, metales no ferrosos, medicamentos, productos químicos, productos de plástico, acero, cartón, papel, hierro, equipo de generación de energía eléctrica y el hule.

A partir de noviembre se pronostica que subirá el pan blanco y el dulce entre 8 y 10 por ciento debido al impacto del dólar en los insumos. Otros productos que se negocian en dólares son el trigo y la melaza. Los muebles se estima que incrementen su precio entre un 3 y 5 por ciento por los insumos importados (herrajes, tableros, textiles y madera).

Luego entonces, sí afectará a nuestros bolsillos, aunque muchos digan que no hay de qué preocuparse y el Presidente diga que hay peores países que México. Al final, los mexicanos pagaremos el peor impuesto de todos: la inflación.

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