La barbarie es la negación de la razón y de ésta nos hemos enorgullecido como especie desde hace siglos. Justificar la sinrazón con sofismas o apelando a la “tradición y cultura” sólo es negarnos como especie pensante.

Los usos y costumbres responden a realidades concretas y específicas. ¿Acaso seguimos ofrendando corazones humanos extraídos con pedernal? ¿Seguimos quemando personas sólo porque creemos que son hechiceros o brujas? Si hemos superado estos pasajes de la historia, también debemos superar aquellos espectáculos que nos remiten a la Roma Antigua.

Desde hace tiempo, diversas organizaciones han dado la batalla para terminar con las corridas de toros, vaquilladas, peleas de perros y demás eventos donde el dolor y sufrimiento de los animales son el punto central del espectáculo.

En este sentido, el diputado Jesús Vázquez González presentó una Iniciativa para prohibir la celebración de eventos de esta naturaleza, porque se les somete a dolor y sufrimiento severo, lo que en ocasiones deriva en su muerte.

“Se les lesiona, con el afán de divertir a la gente y brindar un espectáculo, lo que no puede mantenerse en la actualidad. Como sociedad, no debemos permitir que un acto en el que se golpea, lacera y maltrata a un animal se considere ‘herencia cultural’, pues constituye un ejemplo indebido para niños y jóvenes”.

Recordó que en el nivel internacional, el Parlamento de Cataluña, España, prohibió en 2010 los espectáculos taurinos, bajo el argumento de que se trata de actos crueles, que causan sufrimiento injustificado a los animales: “Este ejemplo es digno de ser tomado en cuenta por la LXIII Legislatura del Estado”.

En la entidad habíamos avanzado en el tema en el municipio de Teocelo, pero al cambio de autoridades las vaquilladas regresaron, bajo diversos pretextos y falsas justificaciones.

Hace unas semanas, los medios informativos dieron cuenta de las personas heridas en las fiestas patronales de Xico. ¿Acaso la sangre es cultura? ¿Qué pensarán los lesionados y sus seres queridos de tan singular “tradición”? Es posible –aunque el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra– que piensen más de dos veces, antes de volver a este tipo de “festividades”.

En comunicado del Congreso del Estado se nos informa: “La Iniciativa del diputado Jesús Vázquez, turnada a las comisiones permanentes unidas de Justicia y Puntos Constitucionales y De Medio Ambiente, Recursos Naturales y Aguas, considera que los actos de crueldad y maltrato deberán castigarse conforme a la Ley de Protección Animal, que prevé desde amonestaciones hasta multas equivalentes a cinco mil días de salario mínimo”.

No debe existir controversia por la desaparición de estos eventos de crueldad, con alevosía y ventaja. Para aquellos defensores de las “tradiciones”, recomiendo que, si tantas ganas tienen de oler y ver sangre, pongan la suya ante sus iguales. Vamos, ahí tenemos el boxeo, que si bien no es del agrado de muchos, al menos están dadas las condiciones de igualdad en peso y especie.

Ahora sí, como dijeran los muchachos del barrio, ¿se pondrían los guantes, o sólo es de saliva? En fin, la humanidad es contradictoria y confusa.

Por hoy es todo. Le deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.