§ Se siente ya la mano de Flavino Ríos al frente de la SEGOB

Para Héctor de la Cueva, coordinador general del Centro de Investigación Laboral y Análisis Sindical (CILAS), los trabajadores no tienen el derecho democrático de quitar a sus líderes para castigar a quienes cometen delitos, es por ello que en muchas organizaciones gremiales prevalece la corrupción y no hay rendición de cuentas.

“El sindicalismo mexicano se encuentra en una auténtica crisis porque el sindicalismo auténtico es muy reducido y la mayor parte de lo que conocemos como sindicatos en México en realidad son mafias sindicales que están haciendo negocios con empresas y gobierno”, destaca además el titular de CILAS.

En un ambiente político y social peligrosamente crispado, donde el ejercicio del periodismo crítico e independiente es de alto riesgo, permanentemente censurado y sus actores acosados, amenazados, agredidos o asesinados, resulta más que destacable y encomiable el esfuerzo editorial del periodista Francisco Cruz Jiménez al realizar una profunda investigación sobre las inmoralidades los amos de la mafia sindical en México.

El periodista desnuda por completo a los corruptos dirigentes sindicales del país, exhibe sus fortunas, sus gustos, sus diversiones y sus marcadas inclinaciones hacia los yates, aviones, relojes y a las joyas ostentosas.

En su libro Los Amos de la mafia sindical, Cruz Jiménez, renombrado periodista que ha trabajado para algunos medios de comunicación, como Reforma y el Universal, entre otros, señala: “llama la atención la opulencia de la que hacen alarde sin sutilezas los ordeñadores de la vaca sindical”. Cita, por ejemplo, al dirigente sindical Joel Ayala, quien tiene el gusto “por los caballos pura sangre, pose ocho y ha acumulado una fortuna cercana a los 15 millones de dólares”. Si, se trata ni más ni menos del líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado.

Y pone otro ejemplo que ilustra claramente los elevados y escandalosos índices de corrupción y deshonestidad a que han llegado los dirigentes sindicales sin que el gobierno federal tenga la menor intención de ajustar cuentas con ellos. “El uso de relojes caros -cita el autor- es una proclividad de la fauna sindical. Víctor Flores usa en la muñeca derecha un reloj de oro valorado en 50 mil dólares. Carlos Romero Deschamps colecciona relojes cuyos precios oscilan entre los 50 mil y 200mil dólares”.

“Las ocho historias de larga duración”, muy bien documentadas por Cruz Jiménez, son las de la malograda Elba Esther Gordillo, exdirigente magisterial; la de Víctor Flores, adalid de los ferrocarrileros; la de Joaquín Gamboa Pascoe, jerarca de la CTM; la de Joel Ayala Almeida, líder de los burócratas; la de Napoleón Gómez Urrutia, que dirige a los mineros a control remoto desde Canadá; Francisco Hernández Juárez, guía de los telefonistas; Víctor Fuentes del Villar, mandamás del sindicato de electricistas y Carlos Romero Deschamps, amo de los petroleros y el mejor padre de México”, comenta el periodista y guionista de programas para la televisión, Manuel Ajenjo al hacer una apología del interesante libro.

Para que tenga una idea el amable lector, el aún monopolio estatal de petróleo mexicano (PEMEX) perdió, en el primer semestre de 2015, más de mil millones de pesos al día. Esto es cerca de 42 millones de pesos cada hora. Este naufragio es una responsabilidad compartida entre la dirección de la empresa, las circunstancias del mercado y el factótum de poder que encabeza Romero Deschamps. Con los mismos bajos precios del mercado petrolero, empresas como Shell, Exxon, Chevron y Statoil se mantienen en números negros. La plataforma www.atlaspolitico.mx creó un ranking para calificar el desempeño de los legisladores mexicanos. ¿Quién ocupó el último lugar? Carlos Romero Deschamps y el Niño Verde. Los reportes de la inexplicable fortuna de ambos individuos podrían servir para escribir un libro.

Pero volviendo a la disección de Manuel Ajenjo del multicitado libro, quien consigna además: “Pero para los que sabemos de la inmoralidad y el cinismo a los que han llegado los dirigentes de las organizaciones gremiales nacionales, lejos de sorprendernos, el libro del (periodista) mexiquense nos ilustra sobre los fraudes y tretas de las que son capaces los mal llamados líderes y nos hace reflexionar sobre la pasividad y abulia de los trabajadores y obreros mexicanos que han permitido a una pandilla de caciques depredadores usufructuar los sindicatos mexicanos hasta constituirse -como bien dice el autor- en una gerontocracia antidemocrática a la que sólo la muerte o la cárcel son capaces de arrancarles su liderazgo”.

Además de los Amos de la mafia sindical, el destacado periodista y escritor es autor de los libros El cártel de Juárez, Tierra narca, Las Concesiones del poder; AMLO: mito, mentiras y secretos; y, con Jorge Toribio Montiel, coautor de Negocios de familia: biografía no autorizada de Enrique Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco.

Los amos de la mafia sindical es un interesante libro que no debe dejar de leerse, sobre todo por esa caterva de dirigentes sindicales que en el estado de Veracruz ha amasado inmensa fortuna, por citar sólo los casos de Levet, Diz, Servín, Callejas, Enrique Ramos Rodríguez y Tomás Tejeda cruz, entre otros numerosos multimillonarios.

La crisis de confianza de las instituciones mexicanas, entre las que se encuentran los sindicatos por su inherente representatividad de la clase trabajadora de este país, tiene su raíz en el empeño por no cuestionar el retorcido orden de las cosas. ¿Qué le pasa a una sociedad que tiene atrofiado su músculo ético? ¿Por qué un empresario que construyó su negocio a lo largo de décadas, con riesgo y esfuerzo, debe estar cómodo en la misma lista que un personaje impresentable que edificó una súbita fortuna al amparo de la corrupción?

Es Pregunta para los amos de la mafia sindical.

EL PILÓN

En los asuntos públicos del gobierno del Estado se empieza a sentir la mano suave de Flavino Ríos Alvarado.

El secretario de Gobierno -el único personaje que ha ocupado en dos ocasiones ese importante cargo público-, cuenta con suficiente experiencia, sensibilidad y oficio político; entre otras de sus virtudes, debe señalarse que sabe privilegiar el dialogo y negociar acuerdos para el bienestar social y político de Veracruz y los veracruzanos.

Y sobre todo, el minatiteco mejor conocido como FLA, no se identifica con el grupo que mantenía tomada de facto la Secretaría de Gobierno desde el sexenio pasado, y un lustro del régimen actual. Bien.

hipolitocuevas@nullhotmail.com

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