Tiene 70 años y seis meses, cumplidos el 6 de febrero del presente año, y sigue fuerte y altiva. Y desde esa fecha su abogado Marco Antonio del Toro, solicitó al Poder Judicial de la Federación la petición de la prisión domiciliaria a favor de la ex líder magisterial quien desde el 26 de febrero de 2013 está recluida en el Penal de Tepepan, procesada por los delitos de evasión fiscal, delincuencia organizada y lavado de dinero.
En el documento que presentara su abogado a la Oficialía de partes del Juzgado Sexto del Distrito de Procesos Penales Federales de la Ciudad de México, argumenta su solicitud de la cárcel domiciliaria –debido a que su defendida puede, gozar de determinados beneficios—por su “avanzada edad y delicado estado de salud”. Solicitud que a 6 meses de haberse tramitado no ha encontrado eco.
El Lic. Hugo Sánchez, fiscal de la PGR, pidió al Juez Alejandro Caballero Vertiz en la audiencia del día 17 de agosto pasado, a través del sistema de videoconferencia, negarle definitivamente la prisión domiciliaria a “La Maestra”, porque existe el riesgo de que se fugue al tener residencias en el extranjero—seguramente refiriéndose a la mansión –que concretamente posee en Coronado, California.
A lo que la Sra. Gordillo, refutó argumentado no tener residencia en los EEUU: «Exijo que se respeten mis derechos como ciudadana para aclarar ¿cómo podría ser residente de otro país siendo residente en México?», lo anterior tratando de desviar el concepto llevando a la interpretación, de no tener derechos de ciudadana en ese país y no en el sentido que el fiscal expusiera.
Y con la altivez que siempre la ha caracterizado, remataba: «Quisiera precisar con todo respeto al Ministerio Público tenga a bien aplicar la ley sin ningún sesgo político, al Poder Judicial, perdón”. Lo que deja entrever nuevamente su intención de desviar la atencion de los cargos que se le imputan, para quedar como víctima o incomprendida de la justicia–haciendo creer que a su caso se le da un giro de carácter político— y que por ello no se le deja gozar de privilegios, como si los mereciera.
Y no han faltado los periodistas que la apapachan,
como Ricardo Alemán en su columna: Itinerario Político de El Universal, donde asegura que: “que detrás del proceso judicial contra la profesora Gordillo, en realidad asistimos a una suerte de venganza política producto de los acuerdos del Pacto -firmado entre PRI, PAN y PRD con el gobierno de Enrique Peña Nieto-, y que habrían incluido quitar del camino a la otrora poderosa lideresa sindical…Dicho de otro modo, que el gobierno federal primero decidió quitar del control sindical a la señora Gordillo -para cumplir los acuerdos del Pacto-, luego buscó las causales para iniciar acción penal que la sacaran del camino de la reforma educativa y, al final, asestó el golpe penal. Por eso fue acusada como presunta responsable de los delitos de defraudación fiscal, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita; delitos que aún no han sido probados y que podría llevar años probar”.

Siendo sin duda lo anterior otro misil distractor—surgido de la prensa aliada de Elba Esther–, para aminorar la animadversión que tiene la sociedad mexicana contra ella, haciendo creer que la Fiscalía la está tratando injustamente.

Como si fuera tan fácil inventar cargos; especialmente las triangulaciones detectadas por la Secretaria de Hacienda en el año 2012, donde la líder Sindical y otras personas utilizaban cuentas personales para realizar operaciones en 81 cuentas bancarias que manejaban a discreción y que alcanzaban la cifra nada despreciable de 2000 millones de pesos (157 millones de dólares). Cuentas que se detectaron y que por ello llevó a su detención; dinero que servía para satisfacer sus lujos y los de su familia acostumbrados todos a tenerlo, para dominar en el poder sindical exprimiendo a su antojo al Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE) –entiéndase el dinero de los maestros mexicanos–.

Recordemos que ese dinero procedente de los fondos del SNTE, fue usado presuntamente para pagar tarjetas de Gordillo, cubrir sus gastos en tiendas de lujo, abonar sus facturas de cirugía estética y comprar propiedades inmobiliarias, colecciones de obras pictóricas, autos de lujo para ella y su familia y uno que otro delegado sindical, entre otras operaciones. Igualmente dinero que le sirvió para dominar en el poder político, al dejar sentir por muchos años su influencia usando y abusando de la confianza que le dieran los gobiernos del PRI y del PAN, más por conveniencia que por convicción.

Por eso hoy que la volvemos a ver escena, con su voz altanera, con sus desplantes soberbios a flor de piel, tratando de impresionar y esperando que la premien “por tratarse de ella” haciendo hasta lo imposible para que la dejen vivir como “Reyna” por el resto de su vida, hoy hay que recordar el daño tan grande que le ocasionó al país, al magisterio nacional y a tanta gente que la señora, “apachurraba” cuando se le oponían o negaban a alguna de sus órdenes.

Si lograra obtener ese beneficio—porque no me extraña para nada de los jueces mexicanos–, entonces, ojalá ese mismo beneficio se le diera a tanto anciano que está recluido en los penales por cargos mínimos y que mueren en las cárceles cumpliendo sus condenas, sin nunca haber podido aprovechar un beneficio como el que hoy reclama Elba.

Y en caso de que se lo otorguen ¿saben cómo va a vivir Elba Esther, instalada en su residencia de las Lomas o la de Polanco o la de Coronado, California, EEUU? con todos los lujos, continuando sus operaciones desde ahí, ordenando, mandando a sus antiguos colaboradores, para no perder sus privilegios de líder o de dueña del SNTE.

La PGR aún espera la resolución del Juez este jueves, acogiéndose al argumento de que: “la prisión domiciliaria no es un derecho sino un beneficio que el juez resuelve en forma discrecional y no automáticamente”.

Pero dicho sea con todo respeto, la verdad, la señora no se merece ningún privilegio.

Aunque si va a salir de la prisión ¿no sería mejor destinarla a vivir en un asilo de ancianos, atendida medicamente, sin lujos y negándole cualquier intervención en la vida gremial o política de México? Sería saludable pensarlo, porque sólo de esa manera la mantendrían quieta y sin hacerle daño a alguien.

Gracias y hasta la próxima.