El Génesis es el primero de los cinco libros que integran la Torá (La ley) de los judíos o el Pentateuco con la que inicia el Antiguo Testamento de la Biblia, compartida por las denominaciones cristianas. Hasta finales del siglo XIX, la tradición sostuvo que el Pentateuco había sido escrito por Moisés, pero a partir de que surge la exégesis científica de los textos de la Biblia ha habido diversas interpretaciones sobre la autoría del texto y la manera que se construyó.

De finales del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX dominó la idea de la ”hipótesis documental” del alemán Julius Wellhausen. En esta versión los textos fueron compuestos entre 950 y 500 a.C. por distintos autores. A lo largo de los siglos tuvieron diversas redacciones y es hacia el 450 a.C. cuando toman la forma actual. En el Pentateuco, para Wellhausen existen tres versiones documentales distintas: El texto J, que es la tradición yahvista, a Dios se le da el nombre de Yahvé; el texto E, que es la tradición elohista, a Dios se le da el nombre de Elohim; el texto P, que es la tradición sacerdotal. Se reconoce la existencia de otras fuentes, de menor dimensión, que no se inscriben en ninguna de las anteriores.

El club de la buena estrella
En la mitad del siglo XX gana fuerza, con los trabajos de la arqueología bíblica, la interpretación de William F. Albright y sus seguidores, que demuestran que los libros del Pentateuco, entre ellos el Génesis, se basan en tradiciones orales del II milenio a.C. En la década de los setenta especialistas plantean que la tradición oral que da origen al Génesis no es del II milenio a.C. sino del I milenio a.C. El consenso actual es que los libros que integran el Pentateuco se originan en una tradición oral por lo menos milenaria, que después es recogida en texto. Los libros contienen diversas tradiciones teológicas y su redacción final es producto del trabajo de distintos autores a lo largo de los siglos.

La tradición judía toma la primera palabra de la frase de inicio de un texto, para darle nombre y así el primer libro de la Torá se llama “En el principio”. En el texto griego que se conoce como la Versión de los Setenta, que después se traduce al latín, a los primeros libros del Antiguo Testamento se les llama Pentateuco, de la palabra penta, cinco, en griego, y al primer texto Génesis, del griego nacimiento, creación u origen.

Los temas centrales que articulan el texto del Génesis son tres: la promesa, la elección y la alianza entre Dios y su pueblo. Estos siempre van a estar presentes en los libros que integran la Torá o Pentateuco. El texto tiene tres partes: A) El relato de la creación, la estancia en el Edén, la caída y el registro de las generaciones de Adán, Noé, Sem, Cam y Jafet; B) El relato del diluvio, la torre de Babel y las generaciones de Taré, Ismael, Isaac, Esaú y Jacob; C) La historia patriarcal de Abraham, Isaac, Jacobo y José con la ida a Egipto. El texto cierra con el anuncio del retorno a la tierra prometida y su cumplimiento se empieza a relatar en Éxodo, el segundo libro del Pentateuco.

El género literario del Génesis es el histórico-poético. No es un libro de historia en el sentido científico sino de la recopilación de mitos y leyendas que dan cuenta del origen del pueblo de Israel y su relación con Dios. Es un estilo popular que se detiene en detalles que resultan interesantes para el pueblo. Se narran hechos imposibles como reales. Las imágenes son vivas. Hay escenas particularmente fuertes y dramáticas. El texto, ese es su propósito fundamental, se articula en función de una teología, que pretende fundar una determinada visión religiosa y de fe.

Los distintos autores no recurren nunca a formulaciones abstractas sino ofrecen relatos “históricos” o “biográficos”, de contenido simbólico, ordenados de manera tal que digan los que ellos quieren y es muy sencillo: Dios es sólo uno y él es el creador de todo, Dios eligió a Israel como su pueblo e Israel hizo un pacto con él. El estilo de la narración es heredera, no pude ser de otra manera, del tiempo y la cultura en la que fue escrito. Los diversos autores retoman idas, historias y símbolos de otros pueblos del Antiguo Oriente.

@RubenAguilar