“Dicen que un buen café se toma sin azúcar, y un mal café, con alguna cucharada”.

Hace algunos años gustaba de poner dos cucharaditas de azúcar a mi café con leche. Hoy en día generalmente lo tomo negro y sin endulzante. Aunque confieso que algunas veces cuando se me antoja un bolillo remojado, agrego una cucharadita.

Tal vez usted me diga que hoy en día existen muchas opciones para endulzarnos la vida en lugar del azúcar, como la sucralosa mejor conocida como Splenda y Stevia.

En el caso de la primera, estudios han arrojado que el edulcorante sintético no es del todo bueno para el organismo, incluso que puede afectar riñones y flora intestinal.

La Stevia, por el contrario, afirman que es benéfica para el organismo ya que ayuda a bajar el nivel de acidez del estómago, sangre y orina, entre otras cosas.

En lo particular, no me engaño con otros edulcorantes y he decidido dejar el consumo del azúcar en la medida de lo posible y más cuando la Universidad de Harvard junto con otras instituciones educativas de Londres, realizaron un estudio en 2014 que colocó a México con la tasa de mortalidad más alta del mundo: 404.5 muertes por millón de adultos y como el segundo país en número de decesos totales, con 24 mil.

Con esta información queda claro que el enemigo número uno de los mexicanos no es la inseguridad, ni los crímenes violentos, como se piensa, sino el azúcar.

Recordando cifras, en 2014 se cometieron 15 mil 649 asesinatos contra 24 mil muertos por azúcar.

Y es que aunque hayan gravado con impuesto el refresco, los mexicanos seguimos consumiéndolo en grandes cantidades, lo que nos coloca según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el mayor consumidor a nivel mundial.

Es más, la Oxfam afirma que en promedio, los mexicanos consumimos un poco más de 163 litros de refresco al año. Una cantidad realmente sorprendente y aterradora si multiplicamos los litros por cucharadas de azúcar extra. ¡Realmente una bomba al organismo!

A nivel mundial, el consumo de bebidas azucaradas provoca la muerte de 133 mil personas a causa de la diabetes; 45 mil, por enfermedades cardiacas; y 6 mil 450, por algún tipo de cáncer.

Creo que si no queremos estar en estas estadísticas tenemos que empezar por cerrarle la puerta al asesino silencioso llamado azúcar y sustituirlo por miel de abeja natural.

Olvídese de los refrescos, jugos, bebidas azucaradas, bebidas deportivas, energéticas y hasta del alcohol.

Ahora entiendo cuando me decían ¡poco dulce!

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