Jaime Heliódoro Rodríguez Calderón, El Bronco, (Galeana, Nuevo León, 1957) es ingeniero agrónomo fitotecnista por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). En 1982, al terminar la carrera, se afilia al PRI. Fue diputado federal, diputado local, dirigente de la CNC en su estado y ocupó diversos puestos en la administración estatal y el gobierno federal.

En la elección del pasado 7 de julio se convirtió en el primer gobernador independiente del país, al ganar con 48.8% de los votos. En septiembre del 2014, después de 33 años de militancia en el PRI, deja el partido y anuncia que buscará la gubernatura de Nuevo León como candidato independiente. Crea, entonces, la plataforma Cerebro, Corazón y Carácter.

El estilo de El Bronco, que rompe con las viejas y anquilosadas maneras de la política mexicana, lo hizo popular en su estado y el país. Dice que su estilo “poco refinado” lo acerca a la gente al mostrar “que soy igual que ellos; yo no soy diferente de nadie… soy una persona más, que quiere que las cosas cambien, y que las cosas mejoren”. En su estrategia de campaña fue fundamental el uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías.

En el 2009 pierde la vida su hijo de 22 años. Y en ese mismo año, como candidato de una colación encabezada por el PRI, gana la alcaldía de García, Nuevo León, con 45% de la votación. Realiza una gestión exitosa con base a lo que llamó el Modelo García, que se sustentó en tres ejes: seguridad, educación y trabajo. Estableció una relación cercana con los empresarios y las organizaciones ciudadanas.

Se dio a conocer, incluso nacionalmente, por la manera en que enfrentó el tema de la seguridad. Depuró a 100% de la policía municipal y certificó a todos los nuevos elementos. Creó un grupo de reacción rápida para atender los problemas de inseguridad que se reportaban a través de redes sociales. Sacó de la circulación a los taxis pirata.

Ya como alcalde sufrió dos atentados de parte del crimen organizado: uno en febrero y el otro en marzo de 2011. En ambas salió ileso por la acción de sus escoltas. En el primero, los atacantes fueron los policías despedidos relacionados con el crimen. En el segundo participaron 40 delincuentes y en ese evento murió uno de los escoltas del alcalde. Su manera de enfrentar al crimen organizado lo hizo muy popular en el estado.

En su carta de renuncia al PRI plantea: “Como sabiamente dijo mi general Mariano Escobedo, oriundo de mi tierra Galeana, ‘hemos aprendido a ser libres y ningún descendiente de reyes, ni de nadie, tiene el derecho de inscribirnos en el registro de sus esclavos’ […] por eso he decidido unirme a millones de mexicanos que han llegado al límite de la paciencia.

Y que encabronados, muy molestos, exigen cambiar los viejos modos políticos del partido y del propio sistema. Coincido con ellos, porque pienso y siento lo mismo que ellos”.