SI ALGUIEN, en algún momento pensó que la Rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, no conocía el aspecto político, en su expresión más pura, prácticamente, se equivocó.

Doña Sara, se las sabe de todas, todas, y pudo evidenciarlo durante la reciente reunión con integrantes de la APEV, Asociación de Periodistas del Estado de Veracruz.

Efectivamente, no desvió pregunta alguna, aunque, muchas no las haya contestado satisfactoriamente, pero lo sobresaliente del caso, es que se trata de una mujer inteligente, que llegó a la máxima representación de la Casa de Estudios, por sus propios méritos.

De eso, no queda duda.

Durante la sesión de preguntas y respuestas, supo defenderse, porque hay que entenderlo así, después de que muchas interrogantes, llevaban fuego. Hizo, antes que nada, un recorrido de su gestión. Manifestó claramente sus objetivos y desde luego, política como lo es, aunque ella, de alguna manera, quiera negarlo, supo enfrentar, con esa misma propiedad, opiniones y señalamientos de su trabajo.

Dijo, desde luego, muchas cosas interesantes, entre ellas, la aclaración de que aún dependiendo económicamente del Estado, en un mayor porcentaje del que hace la federación, se mantiene la independencia académica, principalmente, lo que quiso establecer que no existe afectación alguna a la propia autonomía universitaria. Fue determinante que el presupuesto se integra por la aportación estatal y federal, pero en lo que corresponde a la administración pública del Estado, los recursos que recibe la institución, son aprobados por la Legislatura del Estado, recursos que son del pueblo.

Sin embargo, olvidó que en el país, como en el propio Estado de Veracruz, no existe la famosa división de poderes, la cual, solamente, es parte del texto constitucional, pero que en los hechos, no es así.

En fin, tuvo sus razones para no decirlo, pero en términos generales, la Rectora de la Universidad Veracruzana, afirmó que no depende de nadie, salvo que sean los propios órganos de gobierno de la propia institución.

¿Pero que pasará con la Universidad Veracruzana, si en este momento, no existe un proyecto bien definido que avale, propiamente, el futuro de la Casa de Estudios, por cuanto corresponde a la aceptación de más jóvenes estudiantes?

Es una pregunta que también se le hizo, considerada importante para los tiempos que vive la educación en México.

Aclaró que existen otras alternativas que los jóvenes pueden tomar y citó, desde luego, a los tecnológicos.

Aún así, aceptó que algo se tiene que hacer para que la Universidad, pueda, en el inmediato futuro, recibir a más alumnos, y poder cumplir con el objetivo que tiene en su calidad de Universidad pública.

Y de acuerdo a sus respuestas, se pudo deducir que Doña Sara, es una mujer política.

Quizá, por esa razón, recientemente, el aún diputado federal por Xalapa, Uriel Flores Aguayo, la haya sumado a la serie de aspiraciones políticas, con rumbo a la sucesión gubernamental.

————————–

ESTA CLARO que las Universidades públicas, no están preparadas para enfrentar su propio futuro.

Por ahora, solo se limitan a rechazar, por lo menos al cincuenta por ciento de jóvenes alumnos que buscan en sus aulas una buena preparación superior.

Para la propia UNAM, o bien l a Universidad Veracruzana, los planes son del presente, pero no del futuro, porque no se han establecido las bases para tener, en corto tiempo, la posibilidad de cumplir con el objetivo de dar educación de calidad, a miles de estudiantes que egresan de las escuelas de enseñanza media, superior y superior.

El presupuesto que ejercen en la actualidad, solo les alcanza para cumplir con los compromisos contraídos con las actuales generaciones de estudiantes, pero en poco tiempo, las propias universidades públicas, se verán en la necesidad de rechazar no al cincuenta por ciento de aspirantes, como sucede ahora, sino a un porcentaje mayor.

En la actualidad, este problema, no ha explotado, por la sencilla razón de que el Estado, ha tenido que aceptar a Universidades particulares, que mediante una cuota más o menos aceptable, puedan aceptar a miles de jóvenes rechazados, pero con el enorme riesgo de que la calidad educativa, no sea la misma que se ofrece en una institución de prestigio, como en este caso, Veracruz, donde la Universidad Veracruzana, sigue siendo requerida por la mayoría de los jóvenes que quieren prepararse profesionalmente.

Aunque un proyecto a futuro, debió tomarse en consideración, desde hace mucho tiempo, para enfrentar la demanda estudiantil, todavía estamos a tiempo de que estas instituciones puedan, en determinado momento, resolver un problema social que año con año se agudiza. En la actualidad se rechazan a más de dieciocho mil jóvenes, pero en unos años, la acumulación de aspiraciones académicas de los jóvenes veracruzanos, será, sin duda, mayor.

——————————

Tal vez, para muchos de nuestros lectores, el tema que nos ocupa, no sea de la mayor importancia.

Sin embargo, preocupa un dato, que no es precisamente de las fuentes del INEGI, sino de la propia Secretaría de Educación, que recientemente dijo, que se han regresado a clases, en sus respectivos centros escolares, más de millón y medio de niños y jóvenes veracruzanos.

Esto es tan solo en Veracruz. A nivel nacional, la cifra es otra, pues alcanza, según palabras del propio Presidente de la República, los veintiséis millones de niños que cursan la educación básica.

Estos son datos reveladores de una gran población que ha alcanzado en los recientes años nuestro país.

El problema es que cada día, de la misma manera, se tendrá que estar creando más infraestructura, más servicios escolares, más profesores, más oportunidades de desarrollo profesional para toda esta población estudiantil que en menos de diez años, ya estarán requiriendo, de la misma manera, un lugar en las Universidades públicas.

Desde luego, que esto no lo va a resolver, en unos cuantos años, la reforma educativa,, porque el problema mayor esta ahí, en las aulas escolares de todo el país, porque entre mejor se avance en la preparación educativa, más será la demanda de un empleo, de una mejor oportunidad de desarrollo social y profesional.

México necesita también, ya es tiempo, de una nueva educación que limite el crecimiento poblacional.

De otra manera, este país, no alcanzará para más, pues es el riesgo para cuando, en verdad, el destino nos alcance.

Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

NUESTRO CORREO: ac_stein58@nullyahoo.com.mx