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26 de septiembre del año 2014, un grupo de estudiantes de entre 18 y 21 de la Normal Rural de Ayotzinapa es brutalmente atacado en Iguala, Guerrero por elementos de seguridad pública. De esto resultan 6 muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos, de los cuales hoy a casi un año no tenemos información.
6 de octubre de 2014, diez días después del hecho en el cual estaban involucrados servidores públicos y elementos de seguridad de nuestro país, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto habla por primera vez del caso: “me encuentro profundamente indignado y consternado[…]los hechos en Iguala son indignantes, dolorosos e inaceptables”.
13 de septiembre del año en curso, el gobierno Egipcio ataca por error a un grupo de turistas mexicanos en el cual ocho personas murieron y 6 resultaron heridos, de inmediato el Presidente exige al gobierno Egipcio se investiguen los hechos: “México ha demandado al gobierno egipcio una investigación exhaustiva, a fondo y expedita de lo ocurrido, que establezca responsabilidades”
En días pasados, dos colaboradores de medios internacionales: The Guardian y The New York Times criticaban la falta de respuesta del gobierno federal ante múltiples crisis en el país, en contraste con sus exigencias inmediatas ante los eventos en el extranjero. Es un hecho que a casi un año de lo ocurrido con los estudiantes de Ayotzinapa seguimos sin saber claramente ¿Qué pasó?, ¿Dónde están?, Afortunadamente con respecto a los mexicanos sobrevivientes en Egipto ya están siendo atendidos en nuestro país, y aunque ya se exigió indagar al respecto seguimos en espera de información respecto a su ataque.
Resulta sencillo pedir que se aclare todo, más no hacerlo, esa es la razón por la cual el caso de Egipto se trató con agilidad, porque en cuanto a los hechos del interior los involucrados eran los mismos a quienes se les exigían respuestas. Prueba de ello es la detención de los Abarca, más esa fue sólo la punta del iceberg, el resto tal como demuestra el informe del GIEI es mucho más grande.
En mi opinión todo ser humano tiene derecho a equivocarse, por eso puedo entender cuando alguien por los nervios no contesta qué libros han marcado su vida o confunde Boca del Río con la capital del Estado de Veracruz, son cosas que le pueden pasar a cualquiera. Lo que sí no puedo entender es que un gobierno cansado de dar explicaciones falsas elabore un reporte con mentiras aún mayores respecto a un caso que lleva meses sin respuesta, con un país indignado ante las múltiples desapariciones, porque no sólo fueron los 43 estudiantes, es el horror al encontrar cuerpos y fosas sin saber a quiénes pertenecían los cuerpos, es el dolor de una nación que pide a gritos justicia.
Seguimos en espera de respuestas y propuestas, hay casos en los que avanzamos aunque sin duda no como esperamos, como por ejemplo con Carmen Salinas, quien ya se puso a trabajar y propuso que se conmemoré a “Tin Tan”, también nuestra Primera Dama, Angélica Rivera pasó de gastar 6 mil 290 dólares en un Oscar de la Renta a gastar aproximadamente 4 mil dólares en un diseñador Mexicano, Alejandro Carlín.
Llegamos a un punto en el que la realidad supera a la ficción quizás porque la pantalla chica se ha trasladado poco a poco al poder, más como mexicanos hemos de ser nosotros mismos los que impulsen verdaderas propuestas, los que salgamos a las calles no sólo a exigir a través de marchas sino a hacer cada día algo que de verdad implique una mejora.