«No es común que un político de izquierda busque el apoyo del Papa para apaciguar su sacudida región. Es lo que hizo, sin el menor rubor, el joven y polémico senador del PRD, Armando Ríos Piter. Con motivo del primer aniversario de los desaparecidos de Ayotzinapa, le envió una misiva a Francisco para invítarlo a que visite su natal Guerrero. En la carta argumenta que ningún político es capaz de detonar «la revolución compasiva» que necesitamos los mexicanos para vivir en armonía y dejar de destruirnos unos a otros». Lo escribe Francisco Garfas en «Excélsior».