Me preguntaron…¿Existe preocupación y confusión del priismo veracruzano por los últimos acontecimientos que se vienen registrando al interior de este partido? Sí.
Aun para los que más creen entender la política, los diversos sucesos que han impactado en la opinión pública sobre todo de los priistas y el gobierno en el poder, mantienen confusos a los más brillantes y claro dibujan un panorama difícil para el revolucionario institucional con la única aseveración es que quien más se divierte de todo esto se llama Miguel Ángel Yunes Linares, que día a día avanza como en el ajedrez con un peón y en otras se come un alfil o una torre y así hasta llegar a comerse el Rey y Jaque Mate.
Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver. Yo veo “sencillo” el panorama para la sucesión gubernamental en el periodo de dos años, si la corriente que funge llámese fidelidad o duartista aceptara su desgaste y permitiera que los dos senadores Héctor y Pepe se pusieran de acuerdo, porque en honor a la verdad los jóvenes que iniciaron hace 12 años en la política estatal, los ciudadanos veracruzanos los tiene bien identificados y no quiere saber nada de ellos.
Una muestra de ello es ahora que se habla de un cambio en la presidencia del PRI estatal, de inmediato tanto en Córdoba y Orizaba nos llamaron y molestos algunos nos comentaban en tono picardiento “Y ahora qué madres”, refiriéndose en un franco desacuerdo.
Y el juicio ciudadano es y será siempre el de mayor validez. Nadie, incluso los priistas, están de acuerdo que continúen en el poder los que ya estuvieron, los que ya cosecharon y bien. Todos convergen que sería más fácil para los del PRI dirimir las diferencias en casa, que abrirle la puerta al PAN, en especial a Miguel Ángel Yunes.
Lo único que se debe de hacer es controlar la víscera, contar hasta 10 y razonar perfectamente los pasos a seguir, en un estado que representa al 10 por ciento de la votación nacional y que de perderse los llevaría al traste a todos, no solo a los que hoy gobiernan.
A lo que pudimos recopilar entre los ciudadanos, se debe concluir con el grupo político en el gobierno. La gente quiere otros, que no sean los mismos, o al menos nuevos rostros los que den la cara en el próximo proceso electoral.
No tenemos el gusto de haber tratado al exalcalde de Tuxpan, Silva Ramos, y solo sabemos de su existencia por los buenos y malos comentarios de los cargos que ha desempeñado, principalmente como alcalde y después en Comunicación Social, sin embargo el solo hablar de la agrupación política a la que pertenece lo hace vulnerable, al menos si se hubiera negociado una posición así y lo hubiera anunciado alguien ajeno al duartismo otro gallo estuviera cantando en la opinión pública, la contrariedad es que Silva, también quiere ser gobernador y la presidencia del PRI estatal según los fidelistas lo colocaría en la antesala de la candidatura, mas no así del triunfo.
Insisto, es difícil aceptar la decisión, pero es más saludable ahorita que un después catastrófico. En Veracruz, lo dice cualquier encuesta, solo los dos senadores del PRI Héctor y Pepe, pueden tener la posibilidad de ganar y yo me atrevo a asegurar que solo José Yunes Zorrilla, sin embargo existe la posibilidad latente que solo con estos dos personajes evitar que el número de personajes que ingrese a la sombra sea más numeroso. Solo Pepe y Héctor, no se apasionarían tanto en sus decisión ante un sistema nacional que los rige ,porque pretender continuar con fidelidad, sería como un suicidio, mientras el “Tío” gozaría de inmunidad diplomática…Al tiempo
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