CON EL RUMOR, porque eso fue, hecho circular hace unas cuantas horas, de que Alfredo Ferrari Saavedra, estuviera viviendo sus últimos momentos como dirigente tricolor, se enrarece nuevamente el ambiente político de Veracruz.

Hay necedad, sin duda, en querer ver al Estado, envuelto en llamas.

Ferrari Saavedra, ha realizado una tarea importante dentro del Partido Revolucionario Institucional. Lo ha puesto en el sitio que le corresponde, políticamente. Le ha dado sentido político al trabajo de unidad entre la militancia, constituyendo algo de lo poco que se puede rescatar, hablando de política, en Veracruz.

Sin embargo, comenzó a funcionar la artillería.

Un cañonazo mediático viene a acelerar más el paso hacia la sucesión gubernamental, pero al mismo tiempo, recrudece la difícil situación que se vive en materia política, desde luego, si a esto se le puede llamar política.

La intentona de Alberto Silva Ramos, de querer abonar a la desestabilización política de Veracruz, no fue bien vista por nadie. Quién asesoró esta idea, no se dio cuenta que le echó más lumbre al fuego.

Silva Ramos, no es bien aceptado en Veracruz. Los mismos medios de comunicación lo han expresado. Son la primera barrera que tendría que saltar, porque durante el corto tiempo que supuestamente estuvo en la Coordinación de Comunicación Social, se burló de todos. Hay molestia y se la harán saber si persiste la necedad de incrustarlo en la próxima contienda por la Gubernatura de Veracruz.

Pero, así como hemos comentado ampliamente que Miguel Ángel Yunes Linares, no vendrá a Veracruz, como candidato del PAN, así tampoco, es viable el camino que quiere seguir el legislador del norte de la entidad.

Hasta ayer, en el Partido Revolucionario Institucional, no había noticias de algún movimiento político, principalmente, para sustituir a Ferrari Saavedra. Es claro, que el PRI, vive una de sus mejores etapas, es decir, de una verdadera estabilidad política.

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EL CANDIDATO del PRI, a la gubernatura de dos años, se tiene entendido, estará surgiendo, oficialmente, allá por los últimos días del mes de enero o principios de febrero, del año que viene. Antes no.
Quien pretenda participar, tendría que haber trabajado, por lo menos, un año antes de que se iniciara este proceso. De la noche a la mañana, nadie tiene la posibilidad de crear un ambiente político a su favor. Es más, ni siquiera el dinero que se tiene ahorrado para esta contienda.

Por eso, los rumores pagados, crean incertidumbre en una entidad que demanda, todos los días, un poquito de paz, de tranquilidad política, porque tanto se ha dicho, tanto se ha manejado, que todos han perdido el rumbo.

Es necesario, por lo pronto, darle sentido a la política en Veracruz. Proponer un escenario de unidad, sobre todo, para el Partido Revolucionario Institucional, que pretende, para el mes de junio próximo, seguir demostrando que tiene lo mejor para Gobernar en Veracruz, en los próximos dos años y posiblemente, en los que siguen, que después, como se sabe, será el tiempo de un gobierno normal, es decir, de seis años.

No se vale, pues, que se quiera despertar, por completo, al león dormido.

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LOS LEGITIMOS aspirantes a la gubernatura del Estado, Pepe y Héctor Yunes Landa, son los punteros en esta carrera por la sucesión. No lo dice cualquier persona, ni tampoco cualquier opinión política externada, sino que lo ha reconocido el mismo Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa.

Son los Senadores veracruzanos, de filiación priista, los únicos aspirantes que tienen la posibilidad de ganar ampliamente las elecciones constitucionales del mes de junio.

Son, en pocas palabras, los únicos que han trabajado la plaza.

Son los únicos que pueden, en determinado momento, rescatar a la entidad veracruzana. No con gritos, menos con habladas, pues lo podrán hacer con acciones que favorezcan a los veracruzanos, en general.

Y se trata de meter un tercero en la jugada, que sea un aspirante que no vaya con el sello de la discordia, sino de la concordia, con amplia experiencia política, con sentido de responsabilidad social, con palpable muestra de que se trata de un verdadero veracruzano. Uno que quiera, realmente, a Veracruz, y a los veracruzanos.

Nada más.

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JAVIER DUARTE de Ochoa, fue muy claro. Afirma que no se va.

Efectivamente, el Gobernador de Veracruz, reafirma que su salida esta prevista hasta el treinta de noviembre del año dos mil dieciséis.

Lo anterior tuvo que relatarlo el mandatario, con más firmeza que nunca, porque los rumores ya le habían conseguido una licencia para separarse de su cargo. Se dijo que por instrucciones presidenciales, tendría que dejar el cargo y marchar al Distrito Federal, donde tendría una posición dentro del Gobierno federal.

Sin embargo, ya lo aclaró bien el Ejecutivo Estatal.

No pediré licencia. No me voy hasta el treinta de noviembre del próximo año, fecha, en que todos sabemos, concluye su periodo constitucional de gobierno.

Pero, el rumor llegó tan lejos que hasta un sucesor ya le habían puesto. Este sucesor, se dijo también, tendría la responsabilidad de recomponer el panorama político estatal, cumplir con las obligaciones pendientes, sobre todo, en materia económica y devolver la tranquilidad a la entidad veracruzana, pues de todo esto, dependería, sin duda, el éxito electoral del próximo año.

Duarte de Ochoa, se defendió.

Permanecerá al frente de su gobierno, hasta que legalmente tenga que separarse de su cargo. No hay más.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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