El pasado trece de octubre del 2015, se conmemoran el 60 aniversario de la muerte del general Manuel Ávila Camacho, a quien le correspondió ser el segundo presidente de la República en encabezar el sexenio de 1940 a 1946, también en ser el último presidente militar que haya gobernado a nuestra nación; es importante señalar que desde octubre de 1824, en que el general Guadalupe Victoria instauró el régimen presidencialista en México hasta 1946, encontramos un número importante de titulares del ejecutivo federal procedentes del ejército mexicano, no todos ellos fueron de formación sin no que por los más diversos motivos obtuvieron los grados militares. Fue el único candidato presidencial del Partido de la Revolución Mexicana, en 1939.
El General Manuel Ávila Camacho, continuó la tradición de sus antecesores en vivir en el territorio nacional, alejado de la política y dedicado al campo, en particular en sus propiedades cercanas a las costas del Golfo de México, en compañía de su esposa Soledad Orozco (1904-1996). Una regla no escrita del sistema político mexicano, los ex presidentes de la nación, al concluir su mandato presidencial, se jubilan de la política públicamente, pero lo privada continúan incidiendo en la política, amén que el Estado les asigna una jugosa pensión vitalicia. Desde 1976, el gobierno tienen pensionado a Luis Echeverría Álvarez, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón .
La revolución de Madero, convocada para el 20 de noviembre de 1910; tuvo una gran variedad de reproducciones, cabe recordar la revolución maderista, terminó en febrero de 1913, con el asesinato de su líder Francisco I Madero; se pueda de hablar de las diversas revoluciones según el Estado de la república. Es este momento en que joven Maximino Ávila Camacho, se incorpora a la llamada Revolución Mexicana, siendo el primer integrante de la familia Ávila Camacho en incorporarse al movimiento maderista. Esto permitió que sus hermanos menores siguieran los pasos del hermano mayor; así Manuel, Rafael, se sumarán a la bola, aunque el último ya pasó por el Colegio Militar.
La familia Ávila Camacho, tienes sus orígenes en la ciudad de Teziutlán, Puebla. En el siglo XIX, parte de este territorio perteneció al estado de Veracruz. Fueron sus padres el comerciante Manuel Ávila Castilla y Eufrosina Camacho Bello, nacida en el pueblo de Altotonga, Veracruz. Una tradicional familia de finales del siglo XIX porfiriano, procrearon a nueve hijos: Maximino, María Antonieta, Manuel, Miguel, Ana María, Rafael Gabriel y Eulogio. La revolución mexicana produjo una nueva clase gobernantes, la cual nació y se educó durante los años del régimen porfirista entre 1876 a 1911.
Rodrigo Fernández Chedraui, director de la editorial Las Ánimas, fundada hace un poco más de una década, con una de línea de sus publicaciones sobre materiales biográficos de los integrantes más importantes de la familia Ávila Camacho, quienes fueron funcionarios en los tres niveles de Gobierno del sistema político nacional, en lo político y lo militar. Rodrigo Fernández Chedraui y Arturo Olmedo, 2007.Vivir de pie. El tiempo de don Maximino. Editorial Las Ánimas. Xalapa, 359 pp.; Los hermanos, Generales y Gobernantes: Los Ávila Camacho. 2010. Editorial Las Ánimas. México,. 190 pp.
El 10 de septiembre de 1940, se instaló en el Congreso de la Unión, el Colegio Electoral para dictaminar los resultados del proceso electoral, donde se declaró al general Manuel Ávila Camacho como Presidente de la República, para el segundo sexenio de 1940 a 1946; con los siguientes resultados: 2,476,641 votos para el candidato del Gobierno, para Almazán tan sólo 151, 101 votos y 9,840 voto en favor del General Rafael Sánchez Tapia
A continuación presento algunos fragmentos de los discursos pronunciados por el Presidente Caballero; el primero de diciembre de 1940, en su toma de posesión:Tendremos, pues, que fortalecer la moral pública; los gobiernos de los Estados y mis colaboradores directos harán sentir a la nación que sólo con equidad se pueden servir los intereses comunes; nos esforzamos por que las virtudes características de la familia mexicana, de honor, de devoción filial, de fraternidad, se mantengan incólumes, haremos que en todos los hogares subsista el sentimiento de la buena voluntad como expresión de auténtico espíritu democrático[1] El 1º informe de Gobierno de 1 septiembre de 1941: La oposición, cuando es bien intencionada, despierta en los hombres de gobierno el sentido de la autocrítica, los orienta respecto de los diferentes matices de la opinión, los que no deben tener más límites que la conservación del orden público y el rechazo enérgico de influencias extrañas a nuestra nacionalidad. Mensaje extraordinario del 28 de mayo de 1942, declaración de Guerra contra el Eje: Roma, Berlín, Tokio: Desde la época precortesiana y durante las luchas de la conquista, nuestros antepasados se caracterizaron con el épico aliento con que supieron vivir y morir por la defensa de sus derechos. El 2º informe en 1942: Un pueblo débil e incoherente no es un aliado útil en el combate ni un colaborador efectivo en la organización de la paz. El 3º informe 1943, afirmó: No hemos ingresado en la lucha para abdicar del honor de nuestro pasado y, mucho menos aún, para renunciar al honor de nuestro futuro. El 4º informe 1944: Se vigiló la salida de braceros a los Estados Unidos y se continuó permitiendo la inmigración de refugiados políticos. Para el 5º informe 1945: La Biblioteca Enciclopédica Popular ha publicado sin interrupción los pequeños volúmenes que prometimos distribuir todas las semanas, al precio de veinticinco centavos por ejemplar. Un millón setecientos veinticinco mil libros han sido puestos así en circulación. En su 6º y último informe de 1946, en su mensaje afirmaba: Una sola advertencia quiero hacer a vuestra Asamblea: por enconadas que sean las controversias y complejas que resulten las situaciones que se os presenten, pensad siempre en la Patria. Con razón el sexenio avilacamachista se le conoció como el sexenio de la Unidad Nacional.
Baja la terminación del número cinco en la vida del General Manuel Ávila Camacho, en diciembre de 1925, contrae matrimonio con la señorita Soledad Orozco; en febrero de 1945, muere inesperadamente el primogénito de la familia Ávila Camacho, el General Maximino, en marzo de 1975, falleció el General Rafael Ávila Camacho. El 13 de octubre de 1955, justamente en el cumpleaños de su señora esposa, fallece el Presidente Caballero, en el Estado de Mèxico, a la edad de 58 años. Sus restos fueron sepultados en su rancho La herradura, desde 1997, ya reposan en el panteón francés de la ciudad de México, junto con los de su esposa.