Vaya historia de vida de Adrián Hernández Urueta que es relatada desde Bogotá, Colombia, por Rafael Croda, para la rvista «Proceso», en su número 2032. Adrián trabajó en su natal Delicias, Chihuahua, de albañil junto a su padre, pero a base de deseos de progresar estudió después la carrera de contaduría pública. Inició su carrera profesional hasta llegar a una de las empresas de Carlos Slim. Empezó a sobresalir y el magnate lo envió a Guatemala para hacerse cargo de una filial de América Móvil, luego fue vicepresidente de Telcel en México y posteriormente lo envió a Colombia como presidente de «Comcel». Tuvo tanto éxito que se codeaba con presidentes y de ahí para delante. Pero una vida licenciosa, de cabarets, mujeres, alcohol y drogas acabaron con una fortuna de 7 millones de dólares, con su salud y terminó con su muerte, pobre y solo, en un departamento de Colombia.