¡Oiga! pensaba en esta entrega comentarle algo sobre la aprobación de 21 mil 700 millones de pesos por parte del “Honorable” Congreso del Estado, para que don Javier Duarte de Ochoa reestructure la deuda que desde hace varios sexenios el estado de Veracruz ha ido acumulando. Acción que al parecer forma parte del plan de los gobernantes, pues lo mismo hizo Miguel Alemán Velasco y Fidel Herrera; también pretendía comentarle del affaire de la lista de aviadores que don Alberto Silva Ramos “filtro” y de la que tuvo que desmarcarse don Flavino Ríos Alvarado, secretario de educación y a quien en su caso le correspondería hacerla pública; o del otro affaire que pasó en la ciudad de “Los treinta caballeros” con la señora Araceli Salcedo, quien le reclamó a don Javier que no ha hecho nada para encontrar a su hija Fernanda Rubí. En respuesta recibió una sonrisa.
Mejor le comparto una duda que me está haciendo mucho ruido en lo que va de la semana, para que me ayude a entenderla y así, quizás, tratar de reproducir la fórmula en otros ámbitos. Es sobre el Festival Internacional de Danza Córdoba 2015, que desde el domingo 25 de octubre hasta el sábado 30 del mismo mes y año, se está llevando a cabo en la ciudad, en su séptima edición.
Me/le pregunto ¿Por qué en Córdoba? un Festival Internacional de Danza que no tiene un aeropuerto nacional/internacional; que no es capital de un Estado; que no cuenta con una representación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta); que no es sede de una Escuela del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); que no ostenta una Facultad de Danza; que no está incluida en el presupuesto de los programas de difusión/promoción turística [Cumbre Tajín, La Calendaría); que no es prioritaria en las políticas públicas de Cultura.
¿Por qué aquí? en donde no hay una orquesta sinfónica, un departamento de Difusión o Extensión Universitaria; una editora de gobierno, una oficina del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), de Visitantes y Convenciones (OVC) o un Museo/Galería de Arte, desde hace 11 años la continuidad de la danza escénica clásica, y contemporánea revitaliza a niñ@/jóvenes que invierten horas de ensayo para asistir al templo de la Danza; familias enteras recorren cientos de kilómetros e invierten grandes sumas de dinero para estar al lado de su pequeñ@ artista.
Si usted está pensando lo mismo que yo, y que esto se deba a que no participa de manera directa la burocracia cultural del Estado o municipio de Córdoba; que los notables y connotados de las artes y la cultura universitaria tampoco están presentes, probablemente tenga razón. Pues esto no les hace depender de los gustos del funcionario en turno, como tampoco del presupuesto que se les quiera asignar y el tiempo de entrega.
La verdad aunque llevo muchos años asistiendo al Festival, esto no me autoriza a dar una respuesta certera; pero si usted me permite haré una conjetura, me parece que atrás de todo esto, se encuentra un numeroso grupo de mujeres valientes que desde el año 2004 están comprometidas con la danza en lo general como en lo particular, así como con la sensibilización la niñez y juventud.
Las madres del Séptimo Festival Internacional de Danza Córdoba 2015, como en las Ediciones pasadas, son pieza fundamental en la formación de la carrera de bailarin@s de danza escénica clásica; sacerdotisas de Terpsícore que limitan sus horas de sueño, gastos personales, reuniones familiares/sociales por el ensayo, compra de vestuario, presentaciones dentro/fuera de la localidad, audiciones para ingresar a una compañía o continuar/perfeccionar estudios.
Mujeres sin rostro que, como sus hij@s, viene cargad@s de ilusiones hasta la ciudad de Córdoba para compartir juntos la gloria de haber obtenido una beca o, en caso adverso, decirle las palabras precisas para que no deje de creer y crear. Héroes del Festival que hacen realidad el sueño de ell@s; que se proyectan en ell@; coautores de una historia que empezó a escribirse cuando ambos decidieron hacer de la Danza el medio que rompa paradigmas, estigmas y prejuicios sociales.
Martha Sahagún, Adria Velásquez, Patricia Sahagún, Maribel Prado, Lorena Garcés, Norma Chenge, Rosalba Perdomo, Edith Rodríguez, Paty Domínguez, Mary López, Alejandra Beltrán, Cecilia Castillo, Norma Ríos, Graciela Cuevas, Natalia Agraz, Paulina López, Larisa Bernal, María Elena Moran, Rosalba Perdomo, Rosy Martínez, Gabriela Muñoz, Lizeth Alcolea, Nicole Fernández, Jenny Kiss, Lupita Vázquez, Rosalía Prado, Rossana Hernández, Dalia Pérez, Blanca Nieves, Charis Tapia, Giovana Croda, Paulina Abella, Lorena Bueno, Lili Fernández, Martha Castillo, Edith Rodríguez, Silvia Zamudio, Monserrat Fernández, Alejandra Fernández, Mary Carmen Bello, Alejandra Gutiérrez, Silvia González, son tan solo algunos de los nombres que gravitan en el universo que danza.
El Festival Internacional de Danza Córdoba 2015, o cualquier otro evento de esta naturaleza, no se explica/justifica sin la entrega altruista de estas mujeres que están atrás, enfrente o a un costado del escenario. Madres que con valor/coraje hacen y harán todo lo humanamente posible para que la niñez/juventud tenga un gran escenario/escaparate donde desarrollen y/o muestren sus aptitudes artísticas.
Comentario Breve
La derrama económica que han generado en la ciudad de Córdoba, Ver. El Campeonato Continental de Voleibol, El Primer Festival Internacional de Danza Folklórica y El Festival Internacional de Danza Córdoba 2015 son un claro ejemplo de la contribución de la sociedad civil organizada a las arcas municipal y/o estatal. Esto por supuesto sin la parafernalia burocrática de la secretaria de Turismo, Cultura y Cinematografía.