«Tal vez no con champaña como Nico Rosberg- quien ganó la competencia.- pero sin duda que Miguel Mancera y su equipo celebraron a lo grande el resultado obtenido en el Gran Premio de México. Y es que la justa automovilística resultó uno de los retos más formidables para el gobierno capitalino en términos de logística, movilidad y seguridad pública. Por esta vez el GDF se llevó la bandera a cuadros. Por cierto no llegó el Presidente EPN, pero sí Felipe Calderón, quien fue recibido con aplausos y porras por la grada». Lo comentan en «Templo Mayor» de Reforma.