¡Oiga! qué tal las fiestas con los Fieles Difuntos. Me imagino que tuvo la oportunidad de reencontrarse con sus seres añorados, que fue un momento para afianzar lazos de amor, un breve espacio de tiempo en que valoró la ausencia de quien en vida le hizo pasar gratos momentos; que evocó algunas anécdotas vividas entre ambos. En fin, que como todos los años, desde la partida de su ser querido, hizo de esta fecha un pretexto para conmemorar su recuerdo. ¡Ah!, y por su puesto todo esto acompañado de los más variados frutos de la tierra, entre los que no faltaron los tamales y las bebidas exóticas que solo en nuestro país se pueden disfrutar
Pero la vida sigue y los problemas no dejan de aparecer, así como los erros políticos, económicos, sociales: cómo la lista de los aviadores de la SEV, el certificado de no gravidez para quien quiera ser candidata a un puesto de elección popular, o la autorización del endeudamiento en el último años de la administración del ejecutivo del Estado de Veracruz.
Mejor le comparto una reflexión en torno a la formación artística que se imparte en la Universidad Veracruzana desde hace más de setenta años, pero en particular la que fue en su momento la primera facultad de danza que se crea en América Latina, y que recientemente festejó sus primeros cuarenta años, con la presencia de su fundador, el maestro Rodolfo Reyes, así como con la maestra Esther Juárez, quien desde 1956 fungía como directora de la Escuela de Danza.
Esta inquietud nace a raíz de la recién concluida séptima edición del Festival Internacional de Danza Córdoba 2015 –del cual ya le hablé en la pasada entrega– y el amplio panorama que se abre a varios bailarines veracruzanos que fueron seleccionados para realizar cursos de verano, estancias prolongadas o ingreso a estudios profesionales sin tener que hacer audición. Muchos de ellos de padres separados o huérfanos.
Juan Miguel Fernández, David Pérez Enciso, Uziel Romero, Aarón de Jesús Márquez, José Alonso Tepetzin, David Quiroga, son los nuevos valores veracruzanos de la danza clásica escénica que tiene la oportunidad de continuar estudios o perfeccionar la técnica en Barcelona, Alvin Aley American Dance Theatre, Houston Ballet, John Cranko Shule de Sttutgart Alemanía, Joffrey Ballet, Orlando Ballet, Washington School of Ballet, New York. Jóvenes/niños que forman parte del programa social de la Asociación “En pro del talento veracruzano” fundado por Martha Sahagún Morales en 2006.
Este programa observa a los niños de la escuelas públicas de la localidad que cuentan con algunas características necesarias para ejecutar la danza clásica: flexibilidad, estructura ósea, masa corporal, pero principalmente, que no cuenten con recursos para estudiar está disciplina. Los chicos seleccionados reciben una preparación de vanguardia con maestros especializados, una alimentación balanceada, los implementos necesarios para sus clases/ensayos, recursos para que continúen sus estudios básicos, así como la oportunidad de asistir a concursos nacionales e internacionales.
El programa ha sido apoyado en sus inicios por el programa estatal de becas de 2007 a 2010, Fundación Sertull 2009/2012, programa de estímulo de la creación y desarrollo artístico de Veracruz 2007 y 2010, programa de fomento a proyectos y coinversiones culturales 2010/2011 y 2011/2012 del FONCA, y desde el 2014 recibe del Congreso de la Unión subsidio para la Escuela de Ballet para Varones.
En tan solo nueve años, estos jóvenes han acumulado muchos premios, reconocimientos e invitaciones a participar en funciones dentro y fuera del país; en poco más de un lustro estos niños/jóvenes tuvieron/tienen la opción de construir su proyecto de vida, salir del contexto limitado que los rodeaba y acceder a ambiente ricos en imágenes, sonidos, sensaciones y todo los que las Bellas Artes ofrece.
Ahora bien, me pregunto y pregunto, qué pasa con la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana; por qué en cuatro décadas no ha logrado que lo contemporánea forme parte del cotidiano de la población veracruzana, como es lo clásico en Córdoba y en casi toda la República mexicana; qué expectativa de vida le ofrecen a sus egresados; que opciones laborares les ponen en el camino junto con el título universitario.
Creo que en un acto de humildad, directivos y académicos de la Facultad de Danza deberían analizar el modelo de gestión que se tiene en la Academia Fomento Artístico Cordobés e invitar a algunos de los maestros para que impartan curso/talleres: por el bien de la danza y el futuro de los cientos de jóvenes que anualmente aspiran a tener un lugar en las artes escénicas dancísticas urge una revisión a fondo de esta Institución de lo contrario y parafraseando a Alejandro Martí, si no mejor ciérrenla.