Un Veracruz seguro, con servicios públicos suficientes y de calidad, donde se respete los derechos de mujeres y hombres en igualdad y se atienda la voz ciudadana es posible.
La política neroniana de la ocurrencia debe terminar pronto, para iniciar un proceso en el que nuestro estado recupere su esplendor de la mano de un veracruzano con experiencia y conocimiento que acabe con la situación Kafkiana que vivimos los veracruzanos.
Debemos recuperar el sentido original de la política, porque su objetivo principal es concretar acuerdos que beneficien a la mayoría y que generen sinergias que propicien el desarrollo económico y social de un estado. Es indispensable poner orden en la administración pública a través de modelos que transparenten el ejercicio del poder y el gasto del erario público, que los veracruzanos sepan cómo se invierte su dinero.
La sociedad civil y el ciudadano de a pie, deben ser tomados en cuenta para cualquier proyecto y deben ser los primeros fiscalizadores de la contratación de obra pública y el gasto público en general. Hay que eliminar gastos superfluos y malas prácticas como la contratación de obra a costos muy por encima del precio comercial, hay que suprimir de la administración pública a los aviadores que reciben un sueldo sin trabajar y apoyar a los que cuentan con probada capacidad y experiencia.
Estoy decidido a ver un cambio significativo en Veracruz, en la siguiente administración, a través de un proyecto serio e integral que incluya a todos los que deseamos que mejoren las condiciones de nuestro estado: que crezca económicamente a niveles asiáticos como Querétaro, que haya horarios adecuados para los servidores públicos que permitan la convivencia del núcleo familiar sin menoscabo de la responsabilidad pública, que se recuperen los espacios públicos y abatan los índices de delincuencia para que nuestros hijos crezcan sin miedo.
Muchos se preguntan cómo hacerle. Se requiere conocimiento, experiencia, visión y compromiso con Veracruz, eso permite conocer la respuesta:
El crecimiento económico requiere: rescate urgente del campo no es coherente que México importe productos como el maíz; atracción de inversiones nacionales o extranjeras mediante incentivos e impulsos productivos desde el gobierno del estatal, introducción de productos veracruzanos en nuevos mercados y flexibilización del marco jurídico.
Generar empleos mejor pagados y con horarios adecuados requiere: mayor inversión en la educación para formar personas altamente capacitadas, incentivar la contratación de jóvenes, adultos mayores, discapacitados, salarios de acuerdo al trabajo realizado y la productividad, servicio público de carrera que permita el avance por escalafón de los empleados y reestructuración de la administración pública.
Abatir la delincuencia requiere: generar oportunidades para evitar que la gente sea captada por la delincuencia organizada, mayor inversión en el poder judicial, abatir la impunidad para que el delito sea castigado siempre, mayor inversión en tecnología de punta para la vigilancia en puntos estratégicos, coordinación entre los cuerpos de seguridad de los diversos estados y niveles, y empoderamiento ciudadano para denuncias y seguimiento a casos.
El compromiso es fuerte y la empresa importante, pero es urgente cambiar la situación del estado y redirigir los esfuerzos de una forma estratégica con base a información y tomando acuerdos incluyentes. ¡Ya basta! Veracruz no puede continuar bajo el capricho y la ocurrencia, la sospecha ciudadana es constante y exige transparencia y rendición de cuentas.